El maltrato ha costado la vida a cinco niños este año
Al menos cinco niños han muerto en lo que va de año en España por malos tratos en el ámbito familiar, él último de los cuales es Cristian, que murió el viernes en Málaga presuntamente por una paliza propinada por su padrastro. El año pasado por estas fechas, el número de niños muertos por malos tratos familiares era de ocho, mientras que durante todo 2005 se contabilizaron once.
En enero de 2006, una niña de cinco años murió después de que su padre, un capitán del Ejército del Aire, la matara a ella y a su ex mujer, que era cabo primero, con una pistola, con la que posteriormente se suicidó, informa Efe. Otra niña, de 14 meses, murió más tarde en el domicilio familiar, el 3 de mayo, y el Cuerpo Nacional de Policía detuvo en Sabadell (Barcelona) a su madre de 31 años, aparentemente con problemas psíquicos, acusada de la muerte de la pequeña. Casi diez días después, otro niño, de siete años, murió tras recibir tres disparos que efectuó el compañero sentimental de su madre. El agresor disparó siete veces contra su compañera, que resultó herida de gravedad, y contra su hijo, con una escopeta del calibre 22, en las escaleras del domicilio familiar de Albacete, y luego huyó en su vehículo, siendo detenido dos días después.
Finalmente, un hombre de 42 años, Ramón S. G., se confesó el pasado 30 de julio autor de la muerte por estrangulamiento de su mujer, embarazada, y de una sobrina de cuatro años que se encontraba en el hogar familiar, en Argamasilla de Alba (Ciudad Real). La hija del matrimonio, de dos años, también se encontraba en la casa. El hombre carecía de antecedentes policiales o judiciales por ningún tipo de delito, según la Guardia Civil. No se había interpuesto contra él denuncia alguna por malos tratos.
Poco faltó para que muriera Alba, la niña de cinco años que el 4 de marzo ingresó en el hospital de Vall d'Hebron de Barcelona con un grave traumatismo craneoencefálico causado presuntamente por una paliza que le propinó su padastro.
Después de pasar en coma muchas semanas, Alba recibió el alta hospitalaria y fue ingresada en junio en un centro especializado en rehabilitación neurológica, donde está siendo sometida a un complejo programa de recuperación que se prolongará meses. "Alba no es una niña independiente, requiere atención las 24 horas y no tiene el habla, la movilidad y la autonomía de cualquier niña de su edad", explicó la doctora Gemma Craywinckel, directora del área maternoinfantil del Vall d'Hebron.
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