La plantilla del metro mantiene el paro como aviso a la empresa de su falta de seguridad
La compañía suspenderá el servicio durante esa media hora si la protesta es secundada
El comité de empresa de Metro Bilbao resolvió ayer mantener el paro de media hora que ha convocado para el próximo miércoles y con el que pretende poner de relieve la situación de inseguridad que, en su opinión, padecen la plantilla del suburbano y los vigilantes que prestan servicio en las estaciones, en conjunto unos 600 trabajadores. El comité pretende con su iniciativa dar un "toque de atención" a la empresa, que repitió ayer su "preocupación y solidaridad" con los trabajadores que han sufrido alguna agresión. "Ya veremos cuántos trabajadores secundan el paro", declaró un portavoz de la compañía. Metro Bilbao suspenderá el servicio esa media hora si el paro es secundado.
La "buena voluntad" que el comité reconoce que ha mostrado la dirección para resolver su demanda de mayor seguridad no ha resultado suficiente para que los trabajadores desconvoquen el paro, previsto de 11.00 a 11.30 del próximo miércoles. En ningún caso, aclara el comité (integrado por ELA, CCOO, LAB, UGT, ESK y una central independiente), su intención es dejar de atender a los usuarios del mayor medio de transporte público de Euskadi, sino dar un "toque de atención" a la compañía tras los últimos incidentes y agresiones a trabajadores y vigilantes.
El comité quiere que "esas buenas palabras" que les ha transmitido la dirección se conviertan en hechos. Para ello, los representantes sindicales deberán esperar al 4 de septiembre, cuando tienen previsto reunirse con responsables de la empresa, actualmente de vacaciones. "Aceptaremos la cordialidad de la empresa hasta entonces", dijo ayer Raúl Méndez, representante de LAB en el comité.
La dirección de Metro Bilbao respondió con un escueto comunicado en el que dice respetar, pero no compartir la decisión de la plantilla, porque "afecta" a los derechos de los usuarios. Junto a su "preocupación y solidaridad" con los trabajadores agredidos, la compañía reitera su "compromiso en la búsqueda de soluciones".
Si es secundada la convocatoria, el metro dejará de circular entre 11.00 y 11.30 de dicho día. La empresa no ha previsto servicios mínimos: "Eso sólo se hace con las huelgas. Además, ya veremos cuántos secundan el paro", comentó un portavoz, que no precisó con qué porcentaje de seguimiento de la protesta se tomaría tal decisión.
El comité quiere además que la protesta sirva para reunirse lo antes posible con la Diputación y el Consorcio de Transportes de Vizcaya, las dos entidades implicadas en la gestión del suburbano. Los sindicatos remitieron el pasado 19 de julio un documento a la Diputación y al Consorcio en el que detallaban más de 30 ataques y agresiones acaecidos en los últimos tres meses. Hasta ahora no han recibido contestación. Nueve días después, el comité enviaba un texto similar a la dirección de la empresa.
Los sindicatos no quieren que la demanda de mayor seguridad se quede en un simple aumento del número de vigilantes, sino que buscan "una mayor formación de éstos, por ejemplo, en temas de atención al cliente", aclaró Méndez.
La gota que ha colmado la paciencia de la plantilla han sido los incidentes registrados la madrugada del 30 de julio en Algorta, donde cientos de personas que celebraban las fiestas de dicho barrio getxotarra se enfrentaron con la Ertzaintza y agentes de seguridad del metro causando graves destrozos en la estación. Esa misma fecha y el día siguiente se produjeron otras agresiones en tres estaciones de Bilbao, según el comité.
Los trabajadores pidieron entonces una reunión con responsables de la empresa. La cita se celebró la semana pasada, sin ningún acuerdo. La postura de la dirección es que no dará respuesta a las peticiones de los trabajadores hasta septiembre. "Esperemos que no pase nada hasta entonces", declaró ayer el representante de LAB.
De ocurrir algún nuevo incidente, cuando además están por medio las fiestas de Bilbao, que se celebrarán entre los próximos días 19 y 27, los trabajadores se reservan el derecho a convocar "algún tipo de manifestación". Una de las soluciones que plantea la plantilla es es crear un comité de seguridad integrado por representantes de los sindicatos y la empresa. Este organismo se encargaría de "dar soluciones y planificar las medidas necesarias". En la actualidad existe un comité de seguridad y salud laboral, "pero no cumple las exigencias" de los empleados, según Méndez.
Los trabajadores quieren además que Metro Bilbao les informe de los dispositivos especiales que creará en un futuro. "Si la empresa no está por la labor de ofrecer transparencia, no descartamos medidas de presión", concluyó Méndez.
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