La Caixa, Planeta y Enciclopèdia Catalana se reparten Grup 62

La Caixa, principal accionista de Grup 62 con el 88,91% de las acciones, se repartirá la propiedad de éste con la editorial Planeta y el Grup Enciclopèdia Catalana, según un acuerdo firmado ayer y anunciado por la entidad financiera mediante un comunicado. Este acuerdo abre un proceso que, si todo va bien, culminará en el último trimestre de este año, cuando se hará efectivo. Cada socio tendrá el 30% de las acciones, y el 10% restante quedará, como hasta ahora, en manos de pequeños accionistas.

En el comunicado, La Caixa asegura que "la próxima incorporación de Planeta y Enciclopèdia Catalana reforzará la posición de este grupo editorial como referente de la edición en catalán". Como ya avanzó este diario, ambos sellos "han firmado un acuerdo con La Caixa por el que cada uno tomará una participación del 30% en el capital de Grup 62, en un proceso que se espera culminar en el último trimestre de este año". Asimismo, en el texto se recuerda que La Caixa "seguirá respaldando este proyecto editorial catalán, como viene haciendo desde 1981, manteniéndose en el accionarado del grupo con otro 30% del capital, mientras que el restante 10% lo controlan accionistas minoritarios".

La Caixa, Planeta y Enciclopèdia Catalana han acordado también, según fuentes del sector editorial, ofrecer la dirección de Grup 62 a Ernest Folch, actual director editorial del grupo y presidente desde el año pasado de la Setmana del Llibre en Català. Folch consideró ayer positivo el acuerdo, pero no quiso confirmar su futuro nombramiento.

El Grupo Enciclopèdia Catalana aportará al nuevo proyecto los sellos Proa, Pòrtic y Mina, y Planeta hará lo propio con Columna y las ediciones que publica en catalán, a través de los sellos Planeta, Destino y Timun Mas. Se crea así un grupo de un gran potencial que sus críticos tildan de "monopolio" al controlar sus nuevos accionistas buena parte del mercado editorial en catalán. Una de los grandes derrotadas por la venta es la editorial RBA, que mantenía vivas sus esperanzas de formar parte de la operación. En diversas ocasiones, RBA había manifestado públicamente su interés por comprar Grup 62, dentro de su política de expansión en el mercado editorial en catalán.

Grup 62, que fue fundado en 1962, salió el año pasado de los números rojos que lastraban su gestión. Así, el mayor grupo editorial en catalán logró en el ejercicio anterior un beneficio neto de 1,2 millones de euros, después de tres años consecutivos de pérdidas. La mejora del negocio fue impulsada por el éxito de sus obras ilustradas y por la buena marcha de la empresa de distribución del grupo. Este año, Grup 62 prevé un incremento del 5% y un beneficio de dos millones de euros.

La situación de Grup 62, que sufrió una grave crisis a finales de 1999 con la dimisión de Oriol Castanys y Oriol Bohigas, comenzó a mejorar en 2002 con el nombramiento de Rosa Cullell como consejera delegada, cargo que dejaría después para dirigir el Liceo. Cullell empezó entonces un plan de saneamiento que se está desarrollando con éxito. Fue ella quien nombró director editorial a Ernest Folch, quien había abandonado Grup 62 con Oriol Castanys, este último en la actualidad consejero delegado de RBA Libros. La oferta a Ernest Folch no es casual. Con su nombramiento se aseguraría la continuidad de la línea editorial de Grup 62 y el mantenimiento de una personalidad propia bien definida. Además, la dirección de Folch tranquiliza a los autores y a los trabajadores de Grup 62, que, con un catálogo de más de 5.000 títulos en catalán y en castellano, engloba las editoriales Edicions 62, Selecta, Empúries, Península, El Aleph, Luciérnaga, Salsa Brooks y RACC-62. No obstante, el nuevo escenario plantea muchas dudas sobre la futura gestión del Grup 62 al reunirse en su Consejo de Administración dos socios que hasta ayer eran competidores, Planeta y Enciclopèdia Catalana.