_
_
_
_
Reportaje:Oleada de incendios en Galicia

"Sientes impotencia ante las llamas"

El jefe de Protección Civil de Brión afirma que con los medios "insuficientes" de que dispone sólo puede proteger las viviendas

Hasta el pasado viernes, el verano transcurría con relativa tranquilidad para Ismael Núñez, jefe de Protección Civil del municipio coruñés de Brión. Ese día, a primera hora de la tarde recibió el aviso a través del móvil de que había un incendio en una zona boscosa y desde entonces su teléfono no ha parado de sonar. Los avisos de nuevos focos de fuego son constantes y las jornadas de trabajo a pie de incendio se suceden en turnos interminables de 24 horas de duración, sin dormir y sin probar bocado. "Lo peor de todo es la impotencia que sientes ante las llamas porque sabes que no puedes hacer nada para impedir su avance. Hay parroquias que han quedado totalmente arrasadas", explica Ismael Núñez, que lleva diez años trabajando en servicios de emergencia y nunca había afrontado una situación tan complicada.

"Los que provocan los incendios los originan en lugares clave y cerca de las casas"
Más información
España recurre a la UE ante el avance del fuego
Zapatero anuncia el envío de una unidad de élite del Ejército para la lucha contra el fuego

Brión es una pequeña localidad de unos 5.000 habitantes que se encuentra situada a unos 15 kilómetros de Santiago. En los últimos años, muchas familias de esta ciudad se han desplazado a vivir a este pueblo, que tiene una geografía muy representativa del medio rural gallego. Un pequeño núcleo de casas da nombre a un municipio formado por multitud de aldeas dispersas, chalés y urbanizaciones rodeadas por una importante masa forestal. Los constantes incendios ponen continuamente en peligro a viviendas rodeadas por árboles y situadas en zonas de difícil acceso para los medios de extinción.

Durante los últimos seis días la tormenta de fuego y humo que se ha desatado sobre la comarca ha obligado a las 15 personas que trabajan en labores de extinción en Brión a dejar en segundo plano los daños que se produzcan en los bosques y centrar su tarea en impedir que el fuego llegue a las casas.

Ismael Núñez considera "totalmente insuficientes" los medios con los que cuenta su equipo -dos camiones motobomba- para hacer frente a la multitud de focos que amenazan el municipio: "Nos dedicamos a proteger las viviendas porque el monte hay que dejarlo ya por imposible. Apenas hemos contado con apoyo aéreo desde que empezó esto y tampoco tenemos ayuda de personal de otros ayuntamientos porque están desbordados". Los municipios vecinos de Ames y Rois han sido también pasto de las llamas en los últimos días.

Los momentos duros han sido muchos pero a Ismael se le han quedado grabadas las escenas que vivió durante el desalojo de una aldea, con ancianos que se negaban a abandonar sus casas mientras el fuego se aproximaba. Sin embargo, el mayor peligro llegó cuando el fuego se acercó a un depósito de gas situado cerca de un invernadero. La parte buena de la catástrofe es la colaboración de los vecinos que han contribuido a que finalmente apenas se hayan quemado casas. En algunas aldeas, cuenta, se han establecido turnos día y noche para luchar contra el fuego, con la ayuda de cisternas de agua desplazadas mediante tractores. Cuando el fuego se acerca a las casas cualquier mano y utensilio que sirva para llevar agua es bienvenido.

Los que combaten en primera línea de fuego no tienen mucho tiempo para reflexionar sobre las causas de los incendios, pero Ismael tiene muy claro que la intencionalidad está detrás de muchos de ellos: "Creo que la mayoría son provocados y por gente que sabe muy bien lo que hace porque los focos se originan en lugares clave donde va a empezar a soplar el viento y cerca de las casas". En su opinión, la colaboración vecinal puede resultar clave para lograr la detención de los incendiarios.

Ismael coincide con la opinión mayoritaria en estos días de que no es apropiado dedicar ingentes recursos a las labores de extinción y olvidarse de realizar trabajos preventivos en los montes durante el invierno: "Actualmente, los montes no están preparados porque las cuadrillas que contrata la Xunta sólo trabajan en verano y nosotros tenemos que dedicarnos a otros servicios de emergencia. Es fundamental realizar tareas de limpieza y de desbroce en los montes y también mentalizar a los vecinos para que no hagan cosas que están prohibidas, como las quemas incontroladas que también originan incendios".

Tras veinte minutos de conversación, Ismael Núñez apura el refresco que se ha tomado y vuelve al tajo. Un nuevo incendio le espera.

Ismael Núñez, ayer en una zona arrasada por el fuego.
Ismael Núñez, ayer en una zona arrasada por el fuego.ANXO IGLESIAS

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_