El aumento de tropas de EE UU en Bagdad no frena la violencia

El mercado Shurja, en Bagdad, volvió a ser ayer el objetivo de los insurgentes. En la doble explosión registrada cerca del mediodía murieron al menos 10 personas y otras 70 resultaron heridas. A pesar del envío a la capital de más de 4.000 soldados estadounidenses para reforzar la seguridad, la violencia se sigue extendiendo. Otras nueve personas murieron ayer en Bagdad al estallar tres bombas en una carretera y cinco más en el atraco a un banco.

El plan de seguridad activado el pasado 14 de junio por el Gobierno iraquí no parece haber mejorado la seguridad en el país árabe. El envío de más tropas estadounidenses a la capital parece confirmar la crisis de seguridad.

El Ejército americano tiene previsto enviar al menos 4.000 soldados a Bagdad para apoyar a los 50.000 policías iraquíes y los 7.000 militares estadounidenses dedicados en exclusiva a tareas de vigilancia en la capital desde que Al Maliki y el presidente de EE UU, George W. Bush, presentaron el plan.

El objetivo central del plan de seguridad era que los policías, las fuerzas especiales y los militares con nuevo uniforme evitaran las trampas de la insurgencia, controlaran las calles y los edificios oficiales y vigilaran el toque de queda impuesto entre las nueve de la noche y las seis de la mañana.

Desde el pasado fin de semana se ven en las calles bagdadíes más tropas estadounidenses, sobre todo en los barrios suníes de la ciudad. Los refuerzos están equipados con nuevos vehículos mejor preparados para los combates urbanos, con mayor movilidad y potencia de fuego. La mayoría de las tropas desplazadas (unos 3.700 soldados) procede de la ciudad de Mosul, al norte del país. El Pentágono había extendido su presencia en Irak durante cuatro meses más tras haber pasado el último año en Mosul.

Atentados a diario

Bagdad sufre atentados a diario a pesar del plan de seguridad presentado por el primer ministro, Nuri al Maliki. El peor de los ataques fue el registrado en el mercado de Shurja, en el centro de Bagdad. Dos bombas explotaron de forma casi simultánea pasadas las once de la mañana (las nueve, hora peninsular española) e incendiaron numerosas tiendas, según informó el capitán de policía iraquí Alí Hadi. Además de los 10 muertos contabilizados en el atentado, unas 70 personas resultaron heridas.

Tres horas después, un triple ataque en una carretera al este de Bagdad causó la muerte de nueve personas. Dos de las bombas esperaban el paso de patrullas policiales, pero acabaron afectando a un minibús y a un taxi. La tercera bomba explotó en una de las paradas de autobús más concurridas de Bagdad.

Un suceso menos habitual, pero no menos sangriento, se produjo en el barrio de Azamiya, al norte de la capital. Al menos cinco personas, entre ellas tres policías, murieron ayer en el atraco a un banco. En el asalto, los atracadores lograron un botín de 7.300.000 dinares iraquíes, unos 3.200 euros. Al menos otra docena de personas murieron en todo el país en distintos ataques.

La policía iraquí anunció ayer el asesinato en Bagdad de un periodista que trabajaba para un diario chií, con lo que son al menos cinco los reporteros iraquíes muertos en acciones violentas en Irak en las últimas dos semanas. Mohamed Hamed, de 28 años y que trabajaba para el diario Al Bayena Al Yadida, fue asesinado el pasado lunes. El mismo día también apareció el cuerpo de otro informador iraquí, Ismail Amin, secuestrado desde hace dos semanas. Desde la invasión del país árabe, en marzo de 2003, más de 100 periodistas han muerto de forma violenta en Irak.