El Superior dicta la incapacidad permanente de un policía municipal objetivo de ETA

La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) ha declarado la incapacidad permanente absoluta para un policía municipal de San Sebastián que apareció en varias listas de objetivos de ETA.

El guardia apareció en agosto de 2001 como objetivo del comando Zartako. En septiembre de 2002, un compañero acusado de pertenencia a ETA declaró ante la Audiencia Nacional que el nombre del agente figuraba en un listado de la banda. En marzo de 2003, en la documentación incautada en Burdeos también se hacía mención al policía.

La resolución judicial apunta que, como consecuencia de todo esto, el agente "tuvo que adoptar medidas de vigilancia y seguridad extremas". Desde entonces, su estado, "pese al tratamiento pisquiátrico", evolucionó "negativamente hasta presentar un desmoronamiento del sistema psiquiátrico". Sufrió "trastorno depresivo mayor grave, trastorno por estrés postraumático y trastorno de ansiedad generalizada", que se han hecho crónicos.

El agente acudió a Pakea, su mutua de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, en enero de 2003 con un cuadro ansioso-depresivo. Ante la falta de mejoría, inició una baja por incapacidad temporal en febrero de ese mismo año. Fue remitido primero al servicio de Psiquiatría de la Policlínica de Guipuzcoa y, después, al centro de Salud Mental extrahospitalaria de Gros, pero no experimentó cambio alguno pese "al tratamiento psicológico y farmacológico continuado".

Demanda

Desde 2003 no pudo incorporarse a la actividad laboral, pero en el expediente de incapacidad que tramitó la Seguridad Social en marzo de 2005 se acordó que el agente no estaba en situación de incapacidad permanente "por no presentar reducciones anatómicas o funcionales que disminuyan o anulen su capacidad laboral".

El policía interpuso una demanda contra la Seguridad Social, el Ayuntamiento donostiarra y Pakea ante el Juzgado de lo Social número 2 de San Sebastián, que decretó su incapacidad permanente absoluta por accidente de trabajo. Obligaba a la Seguridad Social y al consistorio a acatar la declaración de incapacidad total y condenaba a la mutua a abonar al agente 2.652 euros. Pakea presentó un recurso de súplica, que ahora el Superior desestima, para confirmar la sentencia de primera instancia.

El alto tribunal vasco destaca que al estado depresivo, la ansiedad y el estrés postraumático que presenta el agente, se suman síntomas de agitación psicomotriz en episodios graves, angustia, llanto, sentimiento de riesgo, hipervigilancia, insomnio, obsesiones rayando en percepción paranoide, falta de aseo y de apetito, importante adelgazamiento y conductas de aislamiento social. "Tal estado físico impide realizar prácticamente todo tipo de trabajo por cuenta ajena", afirma.