Tres hospitalizados por la explosión en Alicante tras el alta de un herido

El hombre de 41 años que sufrió un traumatismo craneoencefálico, al desplomarse la última planta de un edificio en la calle Cerdá de Alicante, fue dado de alta en la noche del sábado, según informaron ayer fuentes del Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU).

El herido, Rafael D. S., de 41 años, sufrió un aplastamiento parietal cuando circulaba por la acera con su hija de 22 meses, que también resultó herida leve. Con esta alta médica, son tres las personas que permanecen ingresadas en el Hospital General de Alicante, dos de ellas en estado crítico, aunque estables dentro de la gravedad. Según informaron las mismas fuentes, se trata de la pareja formada por Eloy G. P., de 31 años, y Almudena B. M., de 25, que residían en la vivienda donde se produjo la explosión que causó el derrumbamiento del edificio, y que presentan quemaduras en el 80% de su cuerpo.

Asimismo, la persona de 61 años que fue intervenida el viernes, debido al traumatismo ocular que sufrió en el ojo izquierdo, continúa ingresada en estado leve en el mismo centro hospitalario de Alicante.

Por otro lado, fuentes del Cuerpo Nacional de Policía de Alicante, que se encarga de la investigación de los hechos, indicaron que todavía no se ha podido determinar si la explosión de gas fue intencionada o no. Los primeros indicios, basados en la declaración de uno de los testigos de los hechos, apuntaban a un uso imprudente de una bombona de gas butano como posible causa de la deflagración, según avanzó el jefe de la Policía Local de Alicante, Luis Gómez. Otra de las hipótesis de la investigación es que la explosión se pudo deber a un intento de suicidio de la pareja, ya que la bombona de butano estaba en su dormitorio.