Benidorm autorizó hoteles que excedían el volumen con informes técnicos en contra

El Ayuntamiento de Benidorm, gobernado por el PP, concedió entre mayo y junio de 2002 licencia de apertura a los hoteles de cuatro estrellas Meliá, Levante Club, Victoria, Gran Hotel Bali y Flamingo Oasis, de nueva construcción, a pesar de las infracciones urbanísticas y el exceso de volumetría y de que los informes técnicos municipales la desaconsejaban. Por otra parte, la patronal del sector defendió ayer el denominado premio hotelero que Zaplana concedió para superar la edificabilidad, y atribuyó al Ayuntamiento que no les hayan exigido las compensaciones en solares.

El hotel Victoria construyó dos plantas de más, según denunciaron los socialistas en aquel momento. El Gran Hotel Bali, considerado el más alto de Europa, también tenía informes negativos elaborados por los técnicos municipales, debido a un cuerpo de obra adosado al hotel. El resto de hoteles abrió con informes técnicos que señalaban irregularidades. Sin embargo, el alcalde, Vicente Pérez Devesa, ya fallecido, les otorgó la licencia.

El consistorio alegó que cumplían las condiciones del llamado premio hotelero y dejó en el aire las compensaciones que debían hacer a cambio del exceso de volumetría que permitía el privilegio otorgado por el presidente de la Generalitat y ex alcalde de Benidorm Eduardo Zaplana. El portavoz municipal del PP en ese momento, Salvador Moll, justificó que "para la licencia de apertura sólo es necesario que se cumpla la seguridad", y alegó que "después se estudiará cómo serán las compensaciones". Cinco años después no se ha producido.

Fuentes del sector hotelero consideran que todo se ha realizado en "la más absoluta legalidad, y prueba de ello es que nadie ha presentado un recurso, ni la oposición ni los afectados".

Las infracciones urbanísticas cometidas al amparo de la bonificación hotelera han trascendido el ámbito de los hoteles. El edificio de apartamentos Primavera Park, hasta hace pocos años hotel, emprendió una reforma de ampliación a finales de 2003 y obtuvo una licencia pese a la existencia de dos informes contrarios. La ampliación del hotel se basaba en su reconversión en un cuatro estrellas, según estos informes, y el arquitecto técnico municipal, Miguel Serrano Llorca, alegaba que los beneficios del premio hotelero no podían concederse hasta que el ayuntamiento modificara la normativa urbanística y se aprobara el Plan de Reforma Interior de Mejora (PRIM), en el que se detallan las cesiones dotacionales al municipio a cambio de la edificabilidad. Pese a no cumplir estos requisitos, el alcalde otorgó la licencia. Los propietarios del hotel vecino, La Era Park, presentaron una querella contra el alcalde por prevaricación, que el juez desestimó. La Era Park también perdió un contencioso, recurrido ahora al Tribunal Superior de Justicia.

El presidente de la Asociación Empresarial Hotelera de Benidorm y de la Costa Blanca (Hosbec), Pere Joan Devesa, defendió ayer la bonificación aplicada por la Generalitat a Benidorm. "Este plan de reconversión de pequeños establecimientos en hoteles de cuatro y cinco estrellas ha permitido mejorar la calidad y la oferta", explicó. Para Devesa, es razonable que los hoteles puedan tener mayor edificabilidad que los bloques residenciales. El presidente de Hosbec rechazó que los empresarios tengan la culpa de no haber realizado las cesiones de solares al municipio a las que estaban obligados, ya que "es una competencia municipal". Pere Joan Devesa justificó el retraso de cinco años del Ayuntamiento en realizar estas gestiones por "la lentitud de la administración pública para todo".

El concejal de Urbanismo en el Ayuntamiento de Benidorm, Manuel Agüera, defendió la buena intención del consistorio para favorecer la implantación de establecimientos de calidad y reconoció el "retraso" a la hora de aplicar las compensaciones, pero, anunció, "lo vamos a subsanar próximamente".