No sale papel

El Ibex 35 consigue terminar la semana por encima del nivel de los 11.900 puntos después de numerosos altibajos que han tenido como protagonistas al petróleo, a la situación en Oriente Próximo y al BCE.

En esta sesión los inversores volvieron a acudir al mercado ante la ausencia de presión vendedora, situación que se considera bastante positiva teniendo en cuenta que el conflicto en Oriente Próximo no parece mejorar y que el petróleo, aunque ha cedido en los últimos días, está en torno a los 76 dólares por barril. Aun así, los mercados de valores europeos disfrutaron de una sesión alcista con ganancias que, en general, superaron el 1%.

El Ibex 35 subió el 1,13% y cierra en 11.934,10 puntos, nivel muy próximo a los objetivos a corto plazo. El Ibex Medium subió el 0,17% y el Ibex Small Caps el 0,84%. Tras estos avances el principal índice de la Bolsa española gana el 0,39% en la semana.

La contratación en el Mercado Continuo fue de 3.168,78 millones de euros, con 2.190,21 millones en operaciones "abiertas".

Una de las sorpresas de la sesión estuvo en los datos sobre empleo publicados en Estados Unidos, que defraudaron las expectativas al ser peores de lo previsto, pero que alientan las posibilidades de que la Reserva Federal no suba de nuevo los tipos de interés. La tasa de paro del mes de julio subió dos décimas, hasta el 4,8%, y con 113.000 empleos creados, una cifra que queda muy por debajo de las que manejaban los analistas.

Las primeras reacciones en el mercado estadounidense fueron de dudas, pues si bien estos datos parecen recomendar estabilidad monetaria, también confirman que la economía se está enfriando, lo cual impide una apuesta clara por la renta variable.

Los pedidos manufactureros bajaron en Alemania por segundo mes consecutivo, aunque con menos fuerza que en mayo, pero los mercados ya habían apostado en firme por un nuevo tirón.