Órdenes de demolición en La Vila Joiosa y L'Alfàs del Pi

Al lado de Benidorm, en La Vila Joiosa, dos hoteles se encuentran paralizados y con orden de demolición, el Atrium (la está ejecutando) y el Elbim (la ha recurrido). En L'Alfàs del Pi, el hotel Kaktus Albir duplica la edificabilidad permitida en el sector y el Ayuntamiento ha dictado una orden de demolición. En los tres casos se iniciaron las obras de los hoteles contemplando una edificabilidad que todavía no estaba aprobada. Al mismo tiempo, en Benidorm, 18 hoteles sí se han acogido al premio y funcionan con total normalidad, a pesar de tener una licencia en precario, que no se hará definitiva hasta que se redacte el PRIM y hagan las cesiones dotacionales al Ayuntamiento. El Atrium Beach, en La Vila Joiosa, deberá pagar una multa de 12 millones de euros y demoler parte del exceso al no poder acogerse a los beneficios que hubiera disfrutado en la ciudad de Zaplana.

En L'Alfàs, el alcalde elevará al pleno la orden de demolición del exceso de edificabilidad del hotel Kaktus Albir, en primera línea de playa, abierto al público en 2003, después de que un juzgado le obligue a restablecer la legalidad. El PGOU de L'Alfàs data de 1987, y el plan parcial Albir se aprobó en 1991. En mayo de 1999, con el fin de favorecer iniciativas hoteleras, el consistorio aprobó una modificación puntual del sector, pero las obras ya estaban en marcha basándose en un proyecto que contemplaba una edificabilidad diferente. En lugar de construir 5.500 metros cuadrados construyó 12.500.

"Despedida de solteros"

La bonificación que aplicó la Generalitat a los grandes hoteles de Benidorm ha tenido consecuencias negativas para las empresas familiares. Propietarios de pequeños hoteles atribuyen al incremento de plazas hoteleras que permitió la orden de Zaplana una bajada de los precios. "Es fácil encontrar en Benidorm hoteles de cuatro estrellas que cobran el mismo precio que cobraría un dos estrellas en cualquier otra ciudad del litoral. Es la única posibilidad de llenar", explica uno de ellos. Esta bajada de precios provoca que el perfil de turista que atrae Benidorm sea de baja capacidad económica o de lo que algunos empresarios califican como "despedida de solteros", gente que, en lugar de incrementar la riqueza de los comercios y restaurantes de la ciudad, se dedica a destrozar mobiliario y "gastarse el dinero en botellón", lo que choca frontalmente con la apuesta por la calidad que buscaba Zaplana con la iniciativa.

La Asociación Empresarial Hostelera de Benidorm y de la Costa Blanca (Hosbec) es la más potente de esta comunidad y cuenta con 180 asociados, que representan 57.000 plazas turísticas, la mayoría en Benidorm. La explosión urbanística que vivió la ciudad a partir de los años 50, pasando de 3.000 habitantes a acoger a cerca de cinco millones de turistas al año, justifica que las discrepancias no se hagan muy evidentes, aunque hace un par de años hubo un movimiento de pequeños hoteleros que pretendía formar una asociación paralela a Hosbec.