La policía cree que unos butroneros dejaron sin teléfono a 16.500 vecinos de Alcobendas

La policía sospecha que el incendio que la noche del sábado arrasó una central de Telefónica de La Moraleja, en Alcobendas, y que dejó sin teléfono a 6.000 clientes (lo que supone unos 16.500 vecinos, a una media de tres personas por línea), fue provocado por unos ladrones. Esa misma noche, varios individuos intentaron colarse en una sucursal del BBVA de Soto de la Moraleja mediante la técnica del butrón. Aunque la alarma dejó de estar conectada con la policía, los ladrones no terminaron de perforar el muro de la sucursal y no lograron su objetivo. Telefónica cree que no podrá terminar de reparar la avería hasta el sábado.

Sobre las 23.30 del pasado sábado, el teléfono de emergencias 112 recibió la llamada de un vecino de La Moraleja avisando de que la central de Telefónica situada en el Camino de la Veredilla estaba ardiendo. "Olía a quemado desde mi casa", aseguraba Marisol, una vecina del Encinar de Los Reyes, que está a varios kilómetros de la central incendiada. Seis dotaciones de bomberos de la Comunidad de Madrid se dirigieron al lugar del incendio y estuvieron trabajando durante horas para sofocarlo.

Poco más tarde, en el Soto de la Moraleja, varias personas se introducían en la parte trasera de las sucursales bancarias de Caja Madrid, Banco de Santander y BBVA para tratar de entrar en esta última mediante la técnica del butrón. Estuvieron perforando hasta la mañana del domingo, y ante la imposibilidad de atravesar uno de los muros que los separaba del interior del banco, terminaron desistiendo. Ante la avería, las tres sucursales habían intensificado el sistema de seguridad acuda mediante el cual los vigilantes se personan en las oficinas bancarias para comprobar que todo esté en orden. Lo hacen sin intervalos fijos para intentar pillar in fraganti a los eventuales ladrones. Fuentes de este banco destacaban ayer "la excesiva casualidad" que suponía el proximidad temporal de ambos sucesos.

Ausencia de combustible

La policía, por su parte, tenía también ayer la avanzada sospecha de que los posibles autores del incendio estaban directamente relacionados con los que poco más tarde se encontraban intentando entrar en la sucursal del BBVA de Soto de la Moraleja. Fuentes del caso destacaron que los agentes de Policía Científica no habían encontrado en la central telefónica restos de acelerante (alguna sustancia inflamable que inicie las llamas).

Las mismas fuentes, sin embargo, se mostraron extrañados de que los ladrones provocaran un incendio en un lugar tan próximo al banco que iban a asaltar. "Cuando ocurre un incendio de esas características, además de los bomberos también va mucha policía. Pudieron ser descubiertos", explicaron especialistas en seguridad. "Suena a que estos ladrones son un poco chapuzas. Cuando se marcharon, dejaron tiradas todas las herramientas que usaron para el intento de butrón", añadieron. El caso es investigado por el grupo de Policía Judicial de la comisaría de Alcobendas.

El incendio en la central de Telefónica dejó sin conexión a 6.000 clientes. Unos 16.500 usuarios. Muchos de ellos disponen de sistemas de seguridad consistentes en alarmas conectadas telefónicamente con empresas de seguridad, que se personan en el domicilio cuando reciben el aviso.

El alcalde de Alcobendas, José Caballero (PSOE), denunciaba ayer la situación de desamparo en la que se han quedado desde el sábado los domicilios afectados y en la que centenares de ellos permanecerán, al menos, hasta el próximo sábado.

"Me parece inconcebible que Telefónica no tenga hoy en día duplicados estos sistemas. Al final los teléfonos son lo de menos. El 50% de los vecinos está de vacaciones y su casa queda sin protección". El Ayuntamiento de Alcobendas ha intensificado la presencia de agentes de la Policía Municipal en la zona para paliar el consiguiente problema de seguridad.

Telefónica, por su parte, trabaja día y noche para solucionar un problema que les ha desbordado. "El trabajo de reparación está siendo complicadísimo. Las condiciones de trabajo son terribles. Hay un equipo de 150 personas trabajando día y noche y se han desplazado hasta ahí varias unidades remotas desde distintos puntos de la península, como Valencia o Zaragoza", explican desde la compañía con preocupación.

Sin línea hasta el sábado

Ayer todavía quedaban varios cientos de líneas por reponer, todos, según la compañía, de particulares. Telefónica cree que, al menos, hasta el sábado no podrá terminar de reparar todas las líneas estropeadas.

Los bomberos que acudieron a sofocar el incendio tuvieron que emplear cámaras térmicas para poder ver y CO2 en lugar de agua para no dañar los circuitos eléctricos. Telefónica aseguraba ayer que los daños en el centro han sido muy importantes y la reparación de la instalación debe llevarse a cabo línea por línea. "Debe verificarse cada línea manualmente y realizar el empalme correspondiente", explican desde la empresa.

Por eso, a pesar de llevar ya cinco días trabajando, muchos vecinos siguen sin poder utilizar sus teléfonos fijos, sus líneas de ADSL y en algunos casos ni los cajeros automáticos de la zona.

Algunos vecinos reclamaban ayer indemnizaciones. Muchos han tenido que hacer un uso continuo de sus móviles para poder seguir estando comunicados y denunciaban el incremento económico que se verá reflejado en sus facturas a final de mes. Pero la compañía no se ha pronunciado al respecto.