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El consejero de Transporte achaca a la "mala suerte" el accidente del metro de Valencia

Sindicatos y expertos sostienen que una baliza de frenado habría evitado el descarrilamiento

El consejero de Infraestructuras y Transporte de la Generalitat valenciana, José Ramón García Antón, achacó ayer a la "mala suerte" el accidente ocurrido el pasado 3 de julio en la línea 1 del metro de Valencia que causó 43 muertos. García Antón, que cerró la ronda de comparecencias en la breve comisión de investigación en las Cortes Valencianas, mantuvo la versión oficial de que el exceso de velocidad fue la única causa de un siniestro "inevitable". Sindicatos y expertos, sin embargo, sostuvieron lo contrario. En su criterio, una baliza de frenado antes de la curva habría evitado el descarrilamiento.

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La comisión de investigación creada en las Cortes Valencianas en torno al accidente del metro de Valencia cerró ayer con García Antón las cuatro jornadas de comparecencias, a lo largo de las cuales el PP se ha aferrado a la versión oficial: el siniestro era inevitable, la línea 1 es segura y la única causa del descarrilamiento y vuelco del convoy en una curva del túnel del metro, entre las estaciones de Plaza de España y de Jesús, el 3 de julio, fue el exceso de velocidad. Una versión defendida por los técnicos de la empresa que han desfilado por la comisión y por los expertos llamados por el PP, pero cuestionada tanto por los representantes de los sindicatos de la empresa pública Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) que han comparecido como por los pocos técnicos y expertos independientes que el filtro de la mayoría absoluta del PP en el Parlamento autonómico ha permitido acudir a la comisión.

Ayer García Antón no se separó ni un milímetro de esa versión oficial, que ha estado acompañada por la acusación a la oposición de tratar de obtener rédito político y por la negativa del Consell a asumir responsabilidades políticas y a reconocer el más mínimo error en la gestión de la empresa pública. "¿Qué es eso de la responsabilidad política?", se preguntó García Antón ante la sorpresa de los diputados de la oposición. "Yo no veo ninguna responsabilidad política" añadió el consejero, quien opinó que sólo la vería si hubiera dejado de hacer las cosas que correspondía hacer en torno al servicio de transporte metropolitano. Pero, dijo, no es el caso, porque se ha realizado "una inversión como nunca", especialmente "en temas de seguridad" y en general en la mejora de la red. Añadió que ha sido "mala suerte" que el accidente llegara en ese momento.

"Irresponsabilidad"

"Desde la humildad, la cercanía a las víctimas y a la sociedad y la autocrítica que sí nos hacemos, la responsabilidad nos obliga cada vez más a estar y a continuar dando la cara", aseguró el consejero, quien apuntó que dejar el cargo en estas circunstancias sería una "irresponsabilidad enorme".

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Sin embargo, los delegados sindicales de FGV, que comparecieron el lunes, no lo ven así. Todos ellos, fueran de UGT, de CC OO, del Sindicato Independiente Ferroviario (SIF) o del Sindicato Ferroviario (SF), reconocieron que la línea 1 es segura, pero "mejorable", y aseguraron que una baliza colocada antes de la fatídica curva habría evitado el accidente. También coincidieron en considerar que el exceso de velocidad no fue la única causa del siniestro y apuntaron a la posibilidad de que existiera un fallo mecánico y no sólo humano, al tiempo que denunciaron las condiciones de trabajo de los maquinistas y la escasa formación que reciben de FGV antes de ponerse a los mandos de un tren. También varios expertos han considerado que una baliza podría haber evitado el terrible accidente y han mostrado sus dudas de que el exceso de velocidad fuera la única causa. Uno de ellos incluso cuestionó el "exceso de gravedad" de las consecuencias del suceso en función únicamente de ese factor.

Joan Ignasi Pla, secretario general del PSPV-PSOE, que ayer interpeló al consejero de Transporte, consideró que el PP ha organizado la comisión para avalar su "verdad absoluta". Acusó al consejero de acudir para "salvarle la papeleta" al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y de haber puesto en marcha una "estrategia de autoprotección". Pla lamentó que nadie haya dimitido y que nadie haya hecho la más mínima autocrítica. "Todo está bien", ironizó, "mire si está bien, que tenemos 43 muertos". Y preguntó a García Antón si su conciencia le permite continuar en el cargo de consejero como si no hubiera pasado nada. El consejero contestó que tiene "la conciencia muy tranquila".

Inversiones

Pla dijo que el PP presenta el exceso de velocidad "inexplicado" como única causa del accidente, pero que "nadie ha podido decir que hay suficientes elementos objetivos para descartar otras causas". Y aseguró que las nuevas medidas de seguridad aprobadas por FGV tras el accidente -se van a instalar balizas de frenado en diversos puntos, entre ellos la curva donde ocurrió el accidente- y la decisión de adquirir nuevo material móvil "les ponen en evidencia". Después de que García Antón mostrara un gráfico comparando las inversiones en la época socialista con las del Consell del PP, Pla le dijo que después del 3 de julio junto a ese gráfico le acompaña otro que refleja 43 muertos.

El portavoz adjunto de Esquerra Unida, Joan Antoni Oltra, consideró que García Antón es "perfectamente consciente" de lo que tendría que hacer y, tras hacer referencia a las 43 víctimas mortales del accidente, le preguntó: "¿Qué más tiene que pasar para que asuma su responsabilidad?". Oltra relacionó el accidente con la "despreocupación crónica" del PP por los servicios públicos.

José Ramón García Antón, durante la comparecencia.
José Ramón García Antón, durante la comparecencia.TANIA CASTRO

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