El festival Loveball convierte Barcelona en sede del ocio gay
Más de 20.000 personas de todo el mundo disfrutarán desde hoy y hasta el próximo domingo en Barcelona de Loveball, el festival de cultura homosexual que comienza esta tarde. Durante cinco días la capital catalana será el epicentro mundial del ocio gay. Con el icono de la década de 1980 Boy George como principal reclamo y las actuaciones de 40 discjockeys que triunfan en las salas gays de todo el mundo, el festival pretende fomentar el intercambio cultural a través del ocio más variado. Se dirige a homosexuales de todo el mundo, aunque cualquier persona, sea cual sea su tendencia sexual, puede sumarse a los actos programados.
Por primera vez, Barcelona acoge el Loveball Festival, que nació el pasado mes de noviembre en Bruselas. Los organizadores, una empresa barcelonesa y una belga que organizan fiestas para gays, prevén celebrar cuatro ediciones del festival por año, una en cada estación. La próxima será en primavera, cuya sede será Londres. La edición barcelonesa, a la que se le ha adjudicado el verano, abre sus puertas esta tarde, a las 20.00 horas, con la Love Poolparty, una fiesta amenizada por seis disckjockeys que se celebrará en una piscina de un local de ocio de L'Hospitalet de Llobregat sita en el número 21 de la calle de Manuel Azaña y que permanecerá abierta hasta las cinco de la madrugada.
Boy George
El plato fuerte del festival llegará el sábado. El cantante Boy George encabezará la Great Ball of Love, macrofiesta que se celebrará en la Fira de Barcelona en la que pincharán otros cinco pinchadiscos. Loveball se despedirá el domingo con más fiesta durante todo el día. Una de ellas, Love silk lesbos (de 21.00 a 3.00 en el local Elephant, en el paseo de los Til.lers, 1) está pensada para las chicas. Entrar en cada fiesta cuesta 15 euros, aunque para disfrutar del Great Ball of Love se tendrán que pagar 20. La entrada más cara, 25 euros, es la de la fiesta del domingo por la mañana en la discoteca Pachá. En junio, la organización del festival puso a la venta 1.000 abonos por 40 euros que se agotaron en un mes y medio.
Loveball pretende romper el con la imagen de que el ocio gay se limita a la noche. Para ello, cuenta con la iniciativa Artlove, una propuesta que engloba exposiciones de arte y ciclos de cine de temática homosexual. Sin embargo, Barcelona no contará en esta primera edición con este aliciente. Según los organizadores, la súbita retirada del proyecto de la sala que debía exponer las obras ha malogrado la iniciativa.
Como alternativa, el Loveball propone una serie de rutas a sus participantes para que descubran los rincones más emblemáticos de Barcelona. La organización del festival destaca que su intención es que los homosexuales que lleguen a Barcelona no limiten su actividad a la zona conocida como gaixample. El hotel oficial del evento es el Barceló Sants, que albergará a los discjocjkeys y a muchos de los participantes del festival.
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