Gracias, Justo

Todo comenzó cuando un ciudadano independiente de todo y de todos (inocente, según decían algunos) desde la sensibilidad de ver cómo querían enterrar con un futuro nefasto y de pelotazo urbanizador nuestro antepasado visigodo; sin más armas que su cabeza, sus manos y desde su página web de "Toledomágico", inició una lucha sin tregua, y con el coraje del guerrero infatigable e incombustible se propuso parar al gigante especulador. Creó un foro, y después una plataforma ciudadana, y después denunció y denunció, y llamó la atención de ciudadanos, académicos y medios de comunicación, hasta llegar a formar el ejército de la presión insostenible para el gran gigante. Este ciudadano tiene nombre, un nombre que hace honor a su nombre. Como miembro de la plataforma ciudadana por Toledo, he seguido muy de cerca todos y cada uno de los pasos que ha ido dando, de modo que sé lo que me digo. Creo que muy pocas personas somos conscientes de lo que este hombre ha hecho por esta ciudad en muy pocos meses. Y habrá toledanos que no estén de acuerdo con él por lo logrado en la Vega Baja, pero nadie puede poner en duda que este ciudadano ha demostrado que la democracia todavía sirve, que la fuerza de la razón y del pueblo puede con los intereses de poderes políticos, económicos y empresariales. Y hoy me permito, en nombre de Toledo, dar las gracias al noble ciudadano por nombre Justo.