Somos culpables

Han pasado unas semanas desde que murió nuestro padre y hemos reflexionado sobre el por qué. Los culpables de su muerte somos nosotros por decirle que dejara el coche y se fuera en metro, más cómodo y seguro. Así lo hizo. Acababa de renovarse el abono mensual de jubilado. También, por no reclamar nunca por el pésimo estado de esa línea; tanto nuestro padre como nuestra madre eran usuarios habituales y nosotros, ocasionales, y nunca presentamos reclamación. Somos culpables porque conocemos cómo se gestionan las administraciones públicas y nunca denunciamos las irregularidades. Somos culpables por afiliarnos a un sindicato sólo para disponer, en caso de juicio laboral, de un abogado más barato, pero no nos involucramos en sus gestiones.

Por todo ello, padre, te pedimos perdón. Y a ti, Dios, castíganos con trabajos eventuales, largas jornadas y míseros sueldos, viviendas caras e hipotecas que acaben de pagar nuestros hijos, largas esperas y condiciones pésimas cuando vamos al médico, con que nuestros hijos estudien en barracones con más alumnos de los que marca la ley, con unos medios de comunicación encargados de amenizarnos con noticias de famosillos y espectáculos deportivos, con enseñar a nuestros jóvenes a divertirse con alcohol y drogas, con centros comerciales que nos invitan a comportarnos como consumidores compulsivos, con nuestros políticos, que recuerdan a los niños: si hacen algo bien dicen "he sido yo", si otro tiene una cosa, "yo también la quiero" y si hacen algo mal, "yo no he sido, ha sido otro". Por último, castíganos con la inteligencia de que todo lo anterior ocurre y así poder irritarnos por no hacer nada. En definitiva, condénanos con el poder del dinero, único Dios en la tierra.

Queremos mandar el pésame a todas las familias que como la nuestra se han visto envueltas en esta tragedia, darles ánimo y un abrazo muy fuerte. Gracias a los valencianos y españoles que nos apoyaron en estos malos momentos.

Santiago y Miguel Muñoz son hijos de Hipólito Muñoz Algaba, fallecido en el accidente del 3 de julio.