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El PNV quiere que las Cortes no veten el acuerdo de la mesa de partidos sobre Euskadi

El socialista Patxi López rechaza la fórmula nacionalista y plantea que se cumplan las reglas

Delegaciones del PSE y del PNV al más alto nivel mantuvieron ayer un encuentro público para preparar la mesa de partidos vascos que definirá el marco político y de convivencia en Euskadi. El líder del PNV, Josu Jon Imaz, sitúa la constitución de este foro para el próximo otoño, después de que Batasuna haya dado los pasos necesarios para ser legal. Imaz admitió que el acuerdo que salga de esa mesa debe tener un respaldo amplio, pero también exigió que el Congreso no vete lo que se decida en ese foro. El líder de los socialistas vascos, Patxi López, replicó que habrá que seguir las reglas de juego. Es decir, antes de que los vascos voten en referéndum el acuerdo alcanzado en la mesa, el Congreso deberá haberle dado luz verde.

López: "Con voluntad no habrá problemas. Todos defenderemos lo mismo en Madrid"

"Si hablamos del respeto a las reglas de juego, también hablamos del respeto al recorrido institucional que tiene que llevar cualquier acuerdo: de la mesa de partidos al Parlamento vasco, del Parlamento vasco al Congreso, y del Congreso a un referéndum", apostilló López. Aunque en un intento de calmar a los nacionalistas vascos, escarmentados por lo sucedido con el Estatuto de Cataluña y con el propio plan Ibarretxe, López pronosticó: "Si ponemos voluntad política no habrá problemas en la tramitación" del acuerdo en el Congreso. "Todos defenderemos lo mismo", dijo el máximo dirigente del PSE-EE, "también en Madrid".

Imaz abogó por "no imponer un acuerdo político que tenga menos apoyo en la sociedad vasca que el que han tenido acuerdos anteriormente adoptados y, por otra parte, no impedir que ese acuerdo integrador que se obtenga en la mesa tenga su traslado inmediato al marco político y jurídico, lo cual evita el veto de las Cortes a ese acuerdo que podamos alcanzar".

Ambos dirigentes coincidieron en subrayar la necesidad de que el foro multipartito alumbre un acuerdo amplio entre nacionalistas y no nacionalistas. Una piedra angular que parece haberse convertido ya para ambos en el campamento base del futuro acuerdo político de la mesa. Base a la que el PNV añade el "respeto a la decisión de la sociedad vasca", y el PSE, la pretensión de que ese debate y su resolución se produzca desde la "lealtad constitucional".

En todo caso, López e Imaz resaltaron tras la reunión -en la que participaron también Íñigo Urkullu (PNV) y Rodolfo Ares (PSE)- que el acuerdo que se logre para definir el futuro político del País Vasco deberá contar con un apoyo "amplio", dijo Imaz, o incluso tendría que aspirar a lograr la "unanimidad", en palabras de López.

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Pese a que Imaz habló de constituir la mesa en otoño, López evitó poner fecha, aunque sí dijo que "ojalá" pueda ser para entonces. Eso supondría que la izquierda abertzale ya habría iniciado los trámites para tener una marca electoral legal y que los partidos hubieran consensuado la metodología, el calendario y los procedimientos que regirán los debates en la mesa de partidos, así como si el lehendakari, finalmente, presidirá o no el citado foro. Fuentes socialistas indicaron a este periódico que en septiembre intercambiarán documentos y concretarán lo relacionado con la metodología de la mesa.

Este contacto oficial entre socialistas y peneuvistas es el primero con luz y taquígrafos desde el 19 de mayo de 2004, fecha en la que sus máximos dirigentes se reunieron en torno a una mesa en la sede peneuvista bilbaína de Sabin Etxea. El contexto era entonces radicalmente diferente: ambos partidos estaban aún enmarañados en una guerra sin cuartel por el plan Ibarretxe. Imaz llevaba pocos meses en la cúpula de su partido, tras tomar el relevo a Xabier Arzalluz en un proceso sucesorio que desangró internamente al PNV. José Luis Rodríguez Zapatero acababa de llegar a La Moncloa tras ganar las elecciones tres días después del 11-M, el atentado terrorista más sangriento de la historia española. El alto el fuego permanente de ETA tardaría aún en llegar aún casi dos años.

En medio de ambas citas, la dirección del PNV aprobó por unanimidad en octubre pasado un documento sobre normalización y pacificación en el que por primera vez desde el Pacto de Lizarra (1998) reconocía que el acuerdo de normalización al que se llegue en una mesa vasca de partidos sin exclusiones debe contar con el apoyo de las dos tradiciones básicas en Euskadi: nacionalistas y no nacionalistas.

Una idea que ha sido reiterada durante estos meses también por el líder de los socialistas vascos, Patxi López, al subrayar que el acuerdo que logren los partidos en la mesa para definir el marco político y de convivencia en Euskadi debe contar con una mayoría amplia que incluya los diferentes sentimientos identitarios que coexisten en Euskadi.

Tras el encuentro de ayer, tanto López como Imaz coincidieron al subrayar esta idea básica. López incluso llegó a decir que, al ser un acuerdo de convivencia, el objetivo en esa mesa debería ser rubricar un pacto por "unanimidad", y volvió a tender la mano al PP para que se "incorpore al diálogo político". Algo que no parece factible en estos momentos.

López agradeció expresamente el apoyo incondicional del PNV al proceso iniciado por Zapatero para acabar con ETA. E Imaz resaltó que su prioridad sigue siendo la consecución de la paz y la desaparición del terrorismo, junto con la "búsqueda de acuerdos integradores".

Patxi López (a la izquierda) y Josu Jon Imaz, al comienzo de la reunión.
Patxi López (a la izquierda) y Josu Jon Imaz, al comienzo de la reunión.SANTOS CIRILO

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