La sorprendente reposición de Serra

El artista estadounidense Richard Serra (San Francisco, 1939) ha llegado a un acuerdo con el Museo Nacional Reina Sofía para la reposición de las piezas de acero que forman la escultura Equal-Parallel / Guernica-Bengasi, con un peso de 38 toneladas, que se encuentra desaparecida. El escultor no percibirá honorarios y el museo encargará la fabricación de las piezas en un taller de Alemania, con un coste de 78.000 euros. La pieza se expondrá en el MOMA de Nueva York antes de su instalación definitiva en la colección del Reina Sofía, en 2008.

La directora del Reina Sofía, Ana Martínez de Aguilar, y la conservadora del Guggenheim, Carmen Giménez, que encargó la escultura, comprada por el Estado español en 1987 por 36 millones de pesetas, coincidieron ayer en resaltar la generosidad de Richard Serra y en la fórmula de resolver un problema, la desaparición de la obra, un caso investigado por la policía.

En una nota informativa del museo se señala que es una reposición de piezas y no la compra de una escultura nueva, por lo que "no percibirá honorario alguno". Añade que el gasto de material y de mano de obra de las planchas correrá a cargo del museo, cuya directora cifra en 78.000 euros más IVA. El proceso de fabricación se hará en Alemania en la fundición que realiza las esculturas de Serra, como las últimas instaladas en el Guggenheim de Bilbao.

El trabajo de la pieza durará seis meses y se enviará por barco a Nueva York para ser exhibida a mediados de 2007 en el MOMA en la retrospectiva más completa de Serra, por el interés personal mostrado por el artista. Tras la muestra se montará en el museo en 2008 como parte de su colección permanente y en el mismo espacio de la sala que fue presentada en la exposición de 1986, preparada por Carmen Giménez, para abrir el Reina Sofía como centro de arte.

En el acuerdo se indican las características técnicas y formales de las planchas que se van a reponer, idénticas a la escultura perdida, y que en el caso de su aparición, el escultor y el museo decidirán cuál de ellas se destruye, para que sólo exista una obra.

Concepto

"Serra se ha portado de una forma extraordinaria, al entender el dolor y la responsabilidad que todos sentíamos", declaró Ana Martínez de Aguilar. "Es un final muy feliz, que ha contado con el apoyo de todos para que al final se instale en el mismo sitio del museo que el artista había elegido". Señala que en el arte contemporáneo, sobre todo en instalaciones complicadas, es habitual "comprar una idea" para después realizarla en una exposición. Ha ocurrido en las paredes de Sol LeWitt y en las cajas de Judd. "El concepto de la obra es la clave y lo fundamental y en este caso es el propio artista el que controla y autoriza su restauración o reposición".

Carmen Giménez cree que el acuerdo es muy generoso por parte de Serra y una forma de recuperar una obra "que no se encontrará nunca" (la directora del Reina Sofía opina que si aparece estará muy deteriorada). "Cuando Serra se enteró de la desaparición no le sentó muy bien, pero como persona generosa ha querido solucionar el problema".

Sobre la reproducción de las obras, Jiménez montó en España la pieza La casa de los naipes en una exposición de Serra, con su permiso, y después fue destruida. "Considerar la nueva escultura como una pieza original no es habitual y parte de un entendimiento generoso del artista y de su amor por España".