Carod reclama para Esquerra Republicana los votos de los sectores maragallistas del PSC
El presidente de ERC, elegido candidato a la Generalitat con el 85% de los votos
En un intento de resituarse en la equidistancia entre los dos grandes partidos catalanes, el presidente de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Josep Lluís Carod Rovira, se mostró ayer confiado en que su partido atraerá a los maragallistas del PSC y recordó que, habiendo pactado con las izquierdas catalanas, los republicanos pueden ahora llegar a acuerdos con quien más les interese.
Carod, elegido ayer candidato de ERC a la Generalitat con un 85% de apoyo entre las bases de su partido, apeló a la unidad de su formación en un momento en que el aparato, controlado por Joan Puigcercós, ha cuestionado la autoridad del líder y le ha impedido rodearse de alguno de sus colaboradores en las listas electorales.
El presidente de Esquerra, cuya pérdida de popularidad en el seno del partido le ha obligado a acudir a las elecciones con Puigcercós como número dos, ve en la retirada del socialista Pasqual Maragall una oportunidad de oro para atraerse el voto más catalanista del PSC. "Es imposible separar la agenda social de la agenda nacional de Cataluña", defendió. Y al mismo tiempo entreabrió la puerta a un pacto con Convergència i Unió al afirmar que ERC ya ha "cumplido" con el pacto de izquierdas de esta legislatura. En su opinión, ello le "legitima democráticamente para actuar con libertad en función de sus intereses y del programa" a la hora de negociar pactos poselectorales.
Este escoramiento hacia Convergència i Unió llega apenas cinco días después de que el mismo Carod hiciera un guiño al PSC asegurando que sólo pactaría con quien se comprometiera a culminar los principales proyectos inacabados del Gobierno de Pasqual Maragall.
Al margen de su estrategia poselectoral, el consejo nacional celebrado ayer en Mataró permitió visualizar lo que para muchos es la Esquerra que viene, con una bicefalia entre Carod y Puigcercós que poco a poco se va escorando en beneficio del segundo. Así, las listas de Lleida y Girona, bien controladas por los seguidores de Puigcercós, fueron aprobadas por el 75% y el 71% de los votos de los consejeros nacionales. La de Barcelona, con Carod como número uno, recibió el apoyo del 67%. La de Tarragona, encabezada por los dos máximos colaboradores del presidente del partido, Ernest Benach y Josep Bargalló, tuvo el 61% del apoyo.
En una votación previa de la ejecutiva del partido, la lista de Tarragona fue la única que sufrió un voto de castigo superior al 20%. Las razones de este toque de atención deben buscarse, según un miembro de la ejecutiva, en el incumplimiento de los estatutos del partido. "Carod ha querido situar a sus dos colaboradores, ambos hombres, al frente de la lista para garantizar que salen elegidos. Y para hacerlo no le ha importado saltarse el compromiso de que al menos el segundo puesto fuera para una mujer", explicaron estas fuentes.
Aparte de la confección de las listas, el consejo nacional de ayer avanzó en la elaboración del programa electoral republicano, que quedará definitivamente cerrado el próximo septiembre.
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