Más seguridad en la plaza, menos en las calles aledañas

Un mes después de que una plataforma vecinal colgara en la Red un vídeo que denunciaba la degradación de la plaza de Soledad Torres Acosta, este espacio cercano a la Gran Vía respira. Pero las calles aledañas no: si el 22 de junio los trapicheos de droga, las trifulcas y la suciedad empantanaban la plaza, ahora los problemas se han trasladado a las calles del Pez, Ballesta, Desengaño y Corredera.

"Ahora está limpia", dice Isabel Chieng mientras pasea a sus tres perros por la plaza. "Pero allá, en la calle Pez esquina Corredera, los toxicómanos beben y se drogan".

Un coche de policía municipal patrulla la zona, y dos agentes vigilan Soledad Torres Acosta -apoyados sobre sus motocicletas- desde que, un día después de la denuncia vecinal, una prostituta fuera asesinada. Fue el 23 de junio. Ayer el coche policial circulaba por las calles del barrio, pero no se paraba. Los vecinos dicen que, pese a las últimas medidas del Ayuntamiento, se sienten desamparados.

"A veces los agentes están, pero otras, como ahora, no", comenta Ling a la entrada de su tienda. Desde la asociación vecinal de Universidad reclaman hechos, no promesas; piden una vigilancia constante que cubra todo el barrio: "Estamos decepcionados", dice Isabel Rodríguez, presidenta de la plataforma. La asociación se reunió el jueves con el concejal de Centro, Luis Asúa, el Samur Social, técnicos de Urbanismo y Policía Municipal.

"Les pedimos fecha para la construcción del Área de Rehabilitación Integral, cifras de las detenciones en el barrio, una reunión con el alcalde... Nos respondieron con promesas", cuenta Jordi, otro vecino.

El concejal Asúa admite que algunos toxicómanos se han trasladado a calles aledañas: "Es un problema de difícil solución", afirma.