Abstracción y emoción
La Sala DV de San Sebastián muestra estos días una serie de trabajos realizados por Wolfgang Tillmans (Alemania, 1968). Junto a ellos está lo que los organizadores presentan como Lima 58, una obra maestra realizada por el fotógrafo estadounidense Aaron Siskind (New York, 1903-Rhode Island, 1991). En ambos caso encontramos ejemplos de expresión abstracta, imágenes donde el color y las formas tratan de encontrar las emociones más recónditas de los espectadores.
Las imágenes fotográficas influidas por el expresionismo abstracto, donde predominan los impulsos anímicos de los autores frente al raciocinio sensorial dominado por los aspectos figurativos, se dejan notar en los ámbitos artísticos desde mediado el siglo pasado. Siskind llegó a ellas después de pasar por la fotografía social impulsada desde la Photo League. Abrumado por su formalismo, deja atrás el realismo documental y, tras dos o tres años de reflexión y silencio fotográfico, se adhiere al expresionismo abstracto. El encuadre selectivo de fachadas de viviendas decrépitas y todo tipo de motivos vegetales le dan pie a plantear distintas hipótesis sobre el valor artístico de la fotografía. De este modo, se complace en realzar la importancia y posibilidades expresivas de su bidimensionalidad, así como su autonomía en tanto que unidad expresiva.
Por su lado, Tillmans parece seguir los pasos del maestro. Esto no significa repetir miméticamente su pasos. Digamos sencillamente que se envuelve por la estela creativa que llega desde entonces. El folleto de la exposición lo sitúa como un fotógrafo que también ha captado la imagen de la gente de su generación. Su indumentaria y estilo de vida no ha pasado desapercibido para su cámara. De manera paralela ha trabajado en las tomas que ahora se exhiben en la capital donostiarra. En ellas el corsé figurativo se desprende para dar paso a una simplificación de formas y colores. Una fórmula donde prima lo bello, los valores decorativos, la poca complejidad de intenciones, con una técnica un tanto insulsa e incluso bastante manida, donde resulta difícil encontrar otro tipo de sugerencias que no sea lo bonito. En cualquier caso, es una exposición de interés donde la fotografía deja las puertas abiertas a lo más imprevisto y en la que sus protagonistas manejan con soltura la libertad expresiva y siempre rompen límites trasnochados.
Wolgang Tillmans y Aarón Siskind. Espacio DV. Calle San Martín, 5. Hasta el sábado 2 de septiembre. Horarios: de martes a viernes, de 17.00 a 21.00. Sábados, de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 21.00.
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