Brigitte Bardot se plantea dejar Francia y vivir en Suecia
La actriz alaba la sensibilidad de los suecos en la defensa de los animales
Es sabido por todos que, tras abandonar el cine, Brigitte Bardot -que fue la musa del cine francés y que actualmente cuenta 71 años- se enroló en la causa de la defensa de los derechos de los animales. Consecuente con ello, comparte plenamente el proyecto de ley presentado de Suecia para suavizar las condiciones de las matanzas de visones en el país y ha rechazado tajantemente la intervención de Francia contraria a la medida del pasado 14 de junio, y no oculta su ira contra el rechazo francés que, según la actriz "ha claudicado ante la presión del lobby de los criadores de visones" de su país.
Indignada ha escrito una carta al primer ministro sueco, Göran Persson, en la que tras elogiar el tradicional respeto de los suecos por los derechos de los animales a una vida digna antes de su inexorable final, insinúa que no descarta abandonar Francia y terminar sus días en Suecia. Aunque más adelante matiza sus intenciones y alude a que tal vez está "un poquito vieja para cambiar de país", pero que "si tuviera 40 años no lo dudaría ni un segundo".
"La intervención de mi Gobierno me da vergüenza, me avergüenza ser francesa y ser hasta tal punto despreciada y totalmente incapaz de hacerme oír en mi propio país", prosigue la actriz, presidenta de una asociación de protección animal que lleva su nombre.
Suecia es un importante productor de pieles de visón y allí se matan cerca de y 1,4 millones de visones cada año. Los criadores de este mamífero famoso por la calidad de su piel, que sirve de abrigo a muchas famosas, lo tienen difícil con las asociaciones de jóvenes ideológicamente afines con Brigitte Bardot, que a menudo han aprovechado la oscuridad de la noche para abrir las puertas de los criaderos.
Recientemente fue presentada una propuesta prohibiendo la posesión de un solo caballo, argumentando que éste es un animal muy sociable que necesita compañía y por tanto el propietario debe comprar otro o de lo contrario, venderlo. Cabe recordar también la lucha de la escritora Astrid Lindgren por el derecho de las gallinas y de las vacas a vagar libremente por el campo.-
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