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Sindicalistas de UGT abuchean a Rajoy en su visita a Benavente y Ponferrada

Un centenar de sindicalistas de UGT, que protestaban contra la política sanitaria de la Junta de Castilla y León, recibieron ayer por la tarde en Ponferrada (León) con abucheos, sirenas y silbatos al presidente del PP, Mariano Rajoy, que por la mañana ya había sufrido en Benavente una protesta similar. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Policía Local impidieron que los sindicalistas se acercaran a las puertas del ayuntamiento, donde Rajoy tenía previsto hacer una visita.

La anunciada llegada de Rajoy a la iglesia de Santa María de Azogue, en Benavente, congregó a miles de personas; la mayoría simpatizantes, que lo recibieron con gritos de "presidente, presidente". Entre ellos estaban también representantes de la Mesa pro Hospital de Benavente, que reclamaban con pancartas la construcción de un hospital prometido por el PP y por el PSOE en la pasada campaña electoral, y sindicalistas de UGT, que lanzaban con megáfonos consignas contra la política sanitaria de la Junta de Castilla y León.

Los simpatizantes del PP interpretaron la reivindicación y los gritos de las dos plataformas como un intento de boicotear el acto político y dos de ellos pretendieron arrebatar una pancarta a una sindicalista de UGT, que fue zarandeada y acabó en el suelo.

Rajoy tuvo que ser escoltado por la Guardia Civil y la Policía Local para poder abandonar la iglesia, que estaba rodeada por miles de personas, y recorrer el casco histórico de la ciudad, como estaba previsto.

Según el PP regional, dos dirigentes del PSOE estaban entre el grupo que abucheó a Rajoy: Manuel Fuentes López, procurador por Zamora en las Cortes de Castilla y León, y José Ignacio Martín Benito, secretario de la Agrupación del PSOE de Benavente.

Rajoy, ya con los periodistas, dijo que se sentía "baqueteado" y añadió que "no es justo" lo que le está pasando en sus últimos viajes por España. Recordó que este tipo de incidentes "comenzaron en Cataluña". "A cada lugar que voy, el PSOE me manda a la UGT o ellos mismos van a organizarme un problema y a plantearme una reivindicación", se quejó.

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Por la tarde, en Ponferrada, expresó su extrañeza porque se volvieran a concentrar contra él "las mismas personas que han estado en Benavente" y bromeó: "Acabarán siendo mis amigos, aunque con visitarme en un solo lugar ya sería suficiente".

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