Un avión con 312 pasajeros golpea a otro en Barajas al equivocarse el piloto de pista
La aeronave de Thai Airways tomó un camino en obras destinado a aparatos pequeños
Un avión de la compañía tailandesa Thai Airways -con 312 pasajeros a bordo- golpeó ayer a otro de Air France, vacío, en el aeropuerto de Barajas. En el accidente, en el que no hubo heridos, el extremo del ala del Boeing tailandés arrancó de cuajo parte de la cola del de Air France, un avión con capacidad para 35 pasajeros y que estaba aparcado. El piloto del primero se equivocó de pista de rodadura y entró por una destinada a aviones pequeños, según fuentes de Fomento. El coordinador del vuelo de Air France asegura que, además, la zona está en obras y que por eso el avión grande no pudo esquivar al pequeño.
El Boeing 747-400 de la compañía Thai Airways (Madrid-Roma-Bangkok) tenía prevista su salida a las 11.45 desde la Terminal 1, pero finalmente tomó la pista de rodadura -el camino que recorren los aviones antes de entrar en pista de despegue- a las 12.30, según varios pasajeros. El avión avanzó despacio por la pista, dejando a la derecha una serie de aviones pequeños que estaban aparcados.
Fuentes del Ministerio de Fomento y de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) señalaron que el piloto del Boeing, de nacionalidad tailandesa, se equivocó de pista de rodadura y tomó otra destinada a aviones más pequeños. Sin embargo, el coordinador del vuelo de Air France, Alan Santiago, y otros trabajadores que estaban a pie de pista en el momento del choque aseguraron que la zona está en obras y que parte de la pista donde ocurrió el accidente estaba invadida por unas vallas de protección.
"El piloto ha intentado esquivar la obra que tenía a su izquierda y por eso se ha tenido que ir a la derecha, donde estaba aparcado el avión de Air France y con el que ha chocado", explicó Santiago. Esta versión fue corroborada por otros trabajadores que estaban presentes en el momento del incidente.
Fuentes de Fomento negaron rotundamente que unas obras hayan sido las causantes del accidente. "La única zona que está con trabajos de mantenimiento es la de la plataforma
[donde aparcan los aviones] y en ningún momento se invade la pista de rodadura. El accidente no ha tenido nada que ver con eso; es falso", señalaron desde Fomento y AENA. La comisión de investigación de accidentes de la Dirección General de Aviación Civil tendrá que determinar las causas de la colisión.
"¡Que se da, que se da !", gritó una pasajera al ver desde su ventanilla cómo el ala derecha del avión rozaba otro que estaba estacionado. El enorme Boeing pasó con estrecheces el primer obstáculo, pero el piloto no pudo evitar el choque contra el siguiente avión con el que se encontró en su camino, un Embraer 135 de Air France con capacidad para 35 pasajeros, que estaban a punto de embarcar rumbo a Burdeos. El extremo del ala del Boeing arrancó de cuajo parte de la cola del avión francés. El ala del Boeing de Thai sufrió un golpe, como si le hubiesen dado un mordisco. En el accidente no hubo heridos ni fue necesaria la alarma que se activa en casos de emergencia en el aeropuerto de Madrid-Barajas.
Se trata del choque de mayor envergadura entre dos aviones desde septiembre de 1996, cuando la avioneta del actor Gerard Depardieu se estampó contra un avión de carga. Tampoco hubo heridos.
El incidente más reciente en el aeropuerto madrileño se remonta a septiembre de 2002, cuando un jumbo de Iberia con destino a México y con cerca de 400 personas chocó contra el finger del que se separaba provocando daños en la cabina y la rotura del depósito del combustible. Tampoco hubo que lamentar víctimas. Mucho más dramático fue la colisión en 1983 en la que un Boeing 727 de Iberia con destino a Roma y un DC-9 de Aviaco rumbo a Santander chocaron frontalmente en la pista de despegue. Aquel accidente, que se achacó a la espesa niebla que cubría el aeropuerto, le costo la vida a 93 personas, 34 de las cuales eran japoneses.
En julio de 2001, una aeronave que iba a realizar la ruta Madrid-Bogotá fue golpeada por un camión de Iberia que perforó el fuselaje del avión Boeing 767 sin causar víctimas. Meses antes de este siniestro, en mayo de 1999, otro camión -esta vez un camión cisterna- chocó contra un avión de Iberia con 109 pasajeros a bordo hacia las 22.30 de la noche. El aparato, un MD-87 que acababa de aterrizar procedente de París, colisionó con el vehículo al maniobrar para aparcar e incrustó su ala en la trasera del camión, que estaba sirviendo combustible a otra aeronave.
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