Gavà y Castelldefels piden que El Prat ampliado no cause más ruido
Los vecinos trasladan su malestar a responsables de AENA
Los vecinos y los ayuntamientos de Gavà y Castelldefels mostraron ayer su preocupación ante los planes de ampliación del aeropuerto de El Prat, después de que la Ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, afirmara que su capacidad se doblará en 2008, cuando entre en servicio la nueva terminal en construcción. Vecinos de Castelldefels se reunieron el jueves con AENA para trasladarle su malestar por el ruido.
El alcalde de Gavà (Baix Llobregat), Joaquim Balsera, afirmó que "no se puede hablar de una ampliación de pasajeros que acabe produciendo molestias acústicas a más de 100.000 personas", refiriéndose a la población que puede resultar afectada en ambos municipios. Por ello, reclamó que el aumento de vuelos en las instalaciones de El Prat se lleve a cabo siempre mediante la utilización de pistas segregadas, es decir, que los despegues se realicen siempre por la tercera pista con un giro hacia el mar y los aterrizajes por la plataforma paralela. A las dos ciudades les preocupa que cuando funcione la nueva terminal AENA use las dos pistas de forma indistinta para los aterrizajes y los despegues con el fin de lograr la máxima operatividad.
La alcaldía de Gavà anunció la creación de la Oficina de Control del Aeropuerto de Barcelona, que empezará a funcionar en septiembre, para vigilar que se cumplan los acuerdos establecidos en la comisión de seguimiento ambiental. Fuentes municipales acusaron a AENA de no respetar lo pactado en los últimos días, puesto que permite los aterrizajes por encima del barrio de Gavà Mar aun cuando las condiciones meteorológicas son favorables. Los aviones pueden usar esta ruta sólo si la velocidad del viento supera los 16 kilómetros por hora.
Recepción de denuncias
La oficina de control tendrá como misión canalizar las posibles denuncias que presenten los vecinos y llevar a cabo acciones legales en caso de que el organismo gestor del aeropuerto no cumpla los acuerdos pactados.
Coincidiendo con este malestar, vecinos de Castelldefels se entrevistaron el jueves con representantes de AENA para reclamar una mejora de la situación, ya que el ruido de los aviones es más perceptible en la población desde que entró en funcionamiento la tercera pista. AENA les informó de que la situación mejorará a partir de octubre. Será entonces cuando se adopte la configuración que han reclamado Castelldefels y Gavà. La finalización de unas nuevas vías de rodadura permitirá que los aviones despeguen por la tercera pista con un giro hacia el mar. No obstante, la falta de información sobre cómo se realizarán los aterrizajes y los ascensos de las aeronaves a partir de 2008 sigue planeando como una amenaza sobre los vecinos.
Con la nueva terminal, El Prat alcanzará "más de 50 millones" de pasajeros en 2008, afirmó la ministra. Esta cifra se podrá asumir con 90 aterrizajes y despegues cada hora. Gavà y Castelldefels tratan de convencer a AENA de que es viable realizar estas operaciones con pistas segregadas. A falta de un acuerdo entre las partes, este organismo apuesta por las pistas independientes.
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