"La reforma laboral del Ente Público es necesaria y justa"
Dos años después de llegar a la dirección general de RTVE, Carmen Caffarel (Barcelona, 1953) ha cumplido el trabajo que le encomendó el Gobierno: sentar las bases para la reforma de RTVE. Con pronunciadas ojeras por las "largas y complejas" negociaciones, pero satisfecha por el acuerdo "histórico" alcanzado el miércoles con los sindicatos, mantiene que la reforma laboral que provocará la salida de 4.150 trabajadores cuando cumplan los 52 años es "necesaria y justa".
Pregunta. Si usted fuera de plantilla, le afectaría el expediente de regulación de empleo (ERE) de RTVE.
Respuesta. Por la edad, sí. Y aunque es voluntario, me acogería. El acuerdo que hemos firmado es más que un ERE. Es la culminación de un proceso que se inició hace dos años para que la televisión pública sea independiente del Gobierno. Ha habido avances importantes en la gestión -hoy día sabemos lo que cuesta un programa-, cambios en los contenidos y una nueva ley aprobada por el Parlamento. Hemos sentado las bases de la televisión de futuro, una televisión fuerte y de la que los ciudadanos se sientan orgulloso.
"El coste del ERE es muy difícil de calcular, pero será parecido al de 1997"
"Sin este cambio, la deuda aumentaría y RTVE se habría ido apagando"
P. ¿Cuáles han sido los principales escollos de la negociación?
R. El acuerdo acarrea medidas estructurales e implica un cambio de lógicas empresariales, de organigrama y de formas de hacer. Es una gran inyección tecnológica y supone un marco laboral diferente. Significa que RTVE no entrará en competencia con otro sector público, como es el de las televisiones publicas autonómica, que también habrá que regular.
P. ¿Puso en peligro el pacto el hecho de que inicialmente sólo CC OO firma el preacuerdo?
R. Todo el mundo sabía de la necesidad de este cambio. Sabían que iba en serio y agradezco a los sindicatos la paciencia.
R. El acuerdo garantiza la continuidad de los centros territoriales y frena el cierre de las emisoras de radio, a excepción de Ràdio 4.
R. Siempre se dijo que los centros territoriales eran necesarios porque contribuyen a una misión vertebradora. Nunca se puso en duda su continuidad. Otra cosa diferente es que produzcan contenidos para competir con programas de otras televisiones públicas pagadas por los ciudadanos en las mismas franjas horarias. Respecto a las emisoras de RNE, se mantiene una desconexión diaria para hacer una ronda de cabeceras de provincia y de comunidades autónomas.
R. ¿La reestructuración laboral era necesaria?
R. Sin lugar a dudas. Hay gente en la empresa que está esperando el ERE. Esta televisión nació hace 50 años y en algunos aspectos no ha sabido adecuarse a las lógicas del siglo XXI. Hoy en día se hace la radio y la televisión de otra manera y es obligación del servicio público ir por delante en el ámbito tecnológico. En RTVE se ha creado un multimedia que implicará nuevas formas de trabajar. También tendrán que adecuarse las categorías profesionales: 150 son demasiadas.
P. ¿El criterio de edad es el más justo para determinar la reestructación de la plantilla?
R. Es el más objetivable. Personas que quieren desvincularse de la empresa y no tengan la edad fijada por el ERE podrán irse con bajas incentivadas y otras podrán quedarse.
P. ¿Cuánto le costará al erario publico el ERE?
R. La cantidad es muy difícil de calcular. Tenemos que esperar a ver cuántas personas se acogen al ERE, que tiene un tipo de prejubilación, y cuántas se apuntan a las bajas incentivadas. En términos proporcionales será parecido al que se aplicó en 1997. Tengo muy claro que será muchísimo más barato, o menos costoso, que no haberlo hecho y haber dejado que RTVE hubiera ido incrementando una deuda y los gastos de personal, que suponen la mitad de presupuesto. Estas medidas, que son justas para los trabajadores, y cumplen los requisitos legales, con el tiempo veremos que han sido necesarias y justas porque nos ha ahorrado lo que hubiera sido un pozo sin fin respecto al gasto del Ente Público.
P. ¿La RTVE del futuro será mucho más barata que la actual?
R. Más barata en el sentido de racionalización de costes. Hay mecanismos para que sea más eficaz y esté mejor gestionada.
P. ¿Será posible mantener un servicio público equiparable a las televisiones públicas europeas de primera división con 4.000 personas menos?
R. Sí. La proporción humana, respecto a los contenidos, es exactamente la misma. Lo que hay que hacer es ser más eficaces en el trabajo. Un mayor número de personas no implica un mayor número de grandezas. La grandeza la da el ser eficaz, sea en el terreno humano o en el tecnológico. Y eso se va a lograr con este acuerdo. Por eso es más que un ERE. Está acompañado de medidas que permitirán la entrada de sangre nueva, de gente joven con otra mentalidad empresarial que haga que esta casa tenga un futuro potentísimo. Yo voy a dejar RTVE con más elementos de lo que encontré. Hay cinco programas de televisión digital terrestre y un servicio multimedia. No se ha cerrado TVE-1, ni La 2. Y para Ràdio 4 se ha buscado una fórmula para que sea absorbida o gestionada por la comunidad catalana. Si no se hubiera hecho la reforma, RTVE no tendría futuro. Hubiera ido aumentado la deuda y la empresa se hubiera ido apagando.
P. Siendo así, sorprende que determinados políticos mantengan que usted fue nombrada para liquidar la televisión pública.
R. Se han equivocado. Ese es un discurso público. A nivel privado han reconocido lo contrario. Todo el mundo es consciente de la necesidad de la reforma. Se ha visto que no hay desmantelamiento. RTVE tiene ahora más que cuando llegué.
P. ¿Cree que ha cumplido ya su misión?
R. Todavía no. En estos dos años hemos dado pasos. Ahora falta por desarrollar los acuerdos suscritos con los sindicatos y crear el marco estatutario de la nueva corporación. El fin de esta etapa estará marcado por la celebración del 50 aniversario de TVE, el próximo octubre. En ese momento estará concluida la misión que me encomendó el presidente del Gobierno.
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