Canal + emite un recital del enigmático Morrissey

Morrissey, el legendario líder del grupo The Smiths llega a Canal + en uno de los mejores momentos de su carrera. La cadena ofrece esta tarde (18.55) un anticipo de lo que seguramente será una de las citas más esperadas del próximo Festival Internacional de Benicàssim (FIB): un concierto de Morrissey grabado en 2004, en su ciudad natal, Manchester. Conviene saber que el cantante británico era esperado hace dos años en el FIB pero no se presentó, alegando una misteriosa enfermedad convenientemente dramatizada por su manager.

Morrissey es así: un divo que funciona a su capricho y que no tiene inconveniente en castigar a sus seguidores por cuestiones ajenas. Precisamente, el concierto en el Evening News Arena de Manchester sirvió para escenificar una reconciliación con el público de su ciudad de origen, tras años de enfurruñada ausencia motivada por encontronazos con la picajosa prensa británica, un considerable bajón en sus ventas y la humillante pérdida de un costoso litigio con uno de sus ex compañeros en The Smiths.

Exiliado en Los Ángeles, Morrissey, que actualmente reside en Roma, tardó siete años en publicar You are the quarry, el robusto disco que usa como estandarte en el presente concierto. Durante esa larga ausencia, su cotización no dejó de aumentar: The Smiths constituyen el prototipo de 10.000 grupos del llamado indie rock y su cantante sigue fascinando por su enigmática sexualidad y esa peleona personalidad expresada en entrevistas afiladas. El resultado es lo que se puede ver en el especial de Canal +: la pura adoración de Manchester hacia uno de sus hijos más polémicos.

Una criatura que no se infravalora: Morrissey usa como decorado unas letras inmensas con su nombre y sale al escenario citando My way, de Frank Sinatra. La grabación permite disfrutar tanto de las extraordinarias poses del cantante como de la elegancia de una polifacética banda de acompañamiento, lejos del ascético sonido de The Smiths. El efecto es devastador: los servicios de seguridad no dejan de sacar gente que, con buenas maneras, intenta subirse a tocarle. La estrella responde a su bola: congratulándose de estar en las listas de éxitos, celebrando que precisamente ese día cumple años y retirando algunas de las maldades que atribuyó a Manchester. Al final, tras el clásico There is a light that never goes out, lanza su camisa roja a la masa y se desata una bronca nada británica.