Familiares de un colaborador de ETA se niegan a identificar a policías que filtraron la operación

La mujer y el hijo de Joseba Elosua comparecieron ayer ante el juez Baltasar Garzón para practicar un reconocimiento fotográfico de los policías que presuntamente avisaron al supuesto responsable de la red de extorsión de ETA en España de que estaba siendo seguido. Oficialmente, ambos afirmaron que no podían reconocer ninguna de las fotografías como pertenecientes a los agentes que entregaron un móvil a Elosua y le advirtieron de la operación contra la red de extorsión. Sin embargo, a preguntas de los periodistas, la esposa de Elosua dijo que no había querido identificar a nadie.

Sea como sea, parece que las bazas del juez Baltasar Garzón para identificar a los presuntos autores de la filtración han disminuido sensiblemente. No obstante, esta mañana está prevista la comparecencia de Joseba Elosua, quien ayer acudió a la Audiencia Nacional, pero no pudo realizar la diligencia prevista ante la ausencia de su abogado.

Previsiblemente, y a la vista de la conducta de la esposa e hijo de Elosua, éste tampoco reconocerá hoy a ninguna de las personas que el 4 de mayo le avisaron de que estaba siendo investigado.

Garzón ha tomado muy en serio la investigación de la filtración, que se realiza en una pieza separada del sumario y que está expresamente declarada secreta. Es muy posible que el magistrado tome declaración a varios agentes, como ya hizo el juez Fernando Grande-Marlaska antes de dejar el juzgado de nuevo a su titular.

El juez Grande-Marlaska, en el auto referido a las medidas cautelares al dirigente del Partido Nacionalista Vasco (PNV) Gorka Aguirre señala que "no puede pasar desapercibida, al objeto de configurar un nuevo indicio más de comisión y participación criminal, la filtración de la investigación materializada el 4 de mayo de 2006", día en el que estaba previsto que los agentes iniciaran las detenciones en desarrollo de la operación.

Así, Grande-Marlaska señalaba: "Debe resaltarse la conversación mantenida ese mismo día 4 de mayo de 2006 entre Joseba Imanol Elosua Urbieta y su yernou Carmelo Luquín Vergara mientras viajaban a Francia para reunirse con José Antonio Cau Aldanur. Recordar como se había acordado judicialmente la colocación de un dispositivo de audio en el citado vehículo. En el desarrollo de la anterior, Joseba Elosua hace saber a su yerno cómo ese mismo día una persona desconocida le había abordado al salir de casa, y cómo le había alcanzado un teléfono móvil, manteniendo una conversación donde se le dan datos relevantes de la operación y cómo estaba previsto actuar. En el desarrollo de dicha conversación, Joseba hace saber datos específicos y sensibles sobre la causa, lo que implica necesariamente que se los hizo saber una persona cercana a la misma. Es de destacar cómo no niega cualquier participación en los hechos, más bien llega a reconocer un pago del denominado impuesto revolucionario días atrás por mediación de Julen Kerman Madariaga, causándole extrañeza la actitud de su interlocutor, y que no hubieran procedido a detenerle. Referir igualmente cómo a partir de esa fecha las conversaciones telefónicas disminuyeron sensiblemente, si bien en una inmediata a la filtración, Julen Kerman Madariaga llama a Joseba Imanol Elosua Urbieta para indicarle si la cantidad entregada era la correcta; circunstancia que confirma el pago ya expuesto".

En la conversación, el agente advirtió a Elosua de lo peligroso de pasar esos días a Francia con dinero procedente del impuesto revolucionario. Además, como se habían referido al dinero con el término "vino", el agente aconsejaba al presunto responsable del aparato de extorsión denominado GEZI, en España, que si iba a pasar a Francia lo hiciera con vino de verdad, para despistar a los agentes.

Aguirre también avisó a Elosua de las matrículas de los coches oficiales que le estaban siguiendo.