De pic-nic

Y allá que nos fuimos de pic-nic, 6.000 acérrimos aficionados al jazz (datos de la organización), desafiando la lógica que enseña a no programar actividad lúdica en tiempo de partido de fútbol, nada se diga si es la final de un campeonato del mundo. Pero ni por esas. que si Zidane estaba en ese momento haciendo de las suyas, nosotros teníamos a los Dukes of Dixieland tocando con su estilo, tan fácil de digerir. Breve pausa para el bocadillo y más jazz de Nueva Orleans a cargo de todo un arqueólogo musical, el Dr. Michael White y su cuarteto sin piano ni batería. Para cuando salieron a escena los New Orleans All Stars Jazz Band, habían desaparecido los manteles a cuadros. El conjunto, en el que están representadas las mejores familias de la ciudad viajó al principio de los tiempos, comenzando por el Gran Pionero Jelly Roll Morton -un hermosísimo Steamboat Stomp- y terminando en el no menos enorme Sidney Bechet -Kansa City Man Blues-.