El Gobierno central espera iniciar este año la depuradora de Urdaibai

El Gobierno central espera iniciar a finales de año las obras de construcción de la depuradora de Urdaibai, la comarca más amplia de Euskadi sin un sistema de saneamiento, pese a que esté declarada desde hace más de veinte años como reserva de la biosfera. El pasado día 3 se publicó en el Boletín Oficial del Estado la declaración de viabilidad medioambiental, que permite abordar la contratación de las obras.

La Confederación Hidrográfica del Norte, que gestionará la construcción de la planta, espera sacar a concurso y empezar las obras antes de que acabe el año. El plazo de ejecución se estima entre dos o tres años, con lo que se calcula que los trabajos concluyan en 2009.

El proyecto global incluye la construcción de una red de colectores, con un coste de 35 millones de euros, a cargo del Gobierno vasco y a Diputación de Vizcaya. Se extiende a lo largo de 20 kilómetros entre los municipios de Muxika y Bermeo y empezó a ejecutarse en 2004, con la previsión de que esté concluida el próximo año.

La planta depuradora, ubicada entre los municipios de Mundaka y Bermeo, requerirá una inversión de 32 millones de euros, financiados por el Ministerio de Medio Ambiente. Un conducto depositará las aguas tratadas en el mar, en un punto distante 200 metros de la costa.

Ahora gran parte de los municipios de Urdaibai, donde viven 50.000 habitantes, vierten sus aguas residuales directamente a la ría que atraviesa la reserva. Los primeros planes para establecer una red de saneamiento se remontan a 1984 y, con la transferencia de las competencias hidráulicas en 1994, parecía que iba a acometerse. Pero la falta de acuerdo entre el Gobierno vasco y central ha bloqueado el proyecto, que en 2003 ya contaba con un compromiso de financiación. Sin embargo, no se ha impulsado hasta el pasado año.

El Ministerio de Medio ambiente, cuando gobernaba el PP, llegó a plantear que la depuradora fuera sufragada en un 50% por los usuarios con el abono de tarifas especiales en el suministro de agua y saneamiento durante 45 años. Este planteamiento fue rechazado de plano por el Gobierno vasco y al final el ministerio aceptó asumir el coste total.

El actual presidente de la Confederación Hidrográfica del Norte, Jorge Marquínez, admitió hace unos meses que la Administración "no ha sido muy diligente" en este proyecto, ya que la declaración de interés general -lo que obliga al Gobierno a financiar una obra- se aprobó en 1994. "Nuestra intención es que no se pierda ni un mes más", afirmó entonces.