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Seis policías de la comisaría de Centro, acusados de robo y de provocar una pelea

Un agente del turno de noche tuvo que disparar al aire para reducir a dos compañeros

F. Javier Barroso

Seis agentes de la comisaría de Centro (con unos 540 policías) están acusados de participar en dos robos y en un altercado en la vía pública. Son tres sucesos distintos en los que han participado policías de la escala básica, que llevan poco tiempo en el cuerpo. Los incidentes ocurrieron en los dos últimos meses y están siendo investigados por jueces de plaza de Castilla y por la Unidad de Asuntos Internos de la Policía. En un caso, un agente del turno de noche tuvo que disparar al aire junto a la Puerta del Sol para reducir a otros dos compañeros que iniciaron una pelea cuando estaban fuera de servicio.

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Uno de los primeros incidentes se produjo el pasado 6 de mayo, cuando dos agentes destinados a los radiopatrullas detuvieron a un menor y a un adulto de origen magrebí. A los policías les resultó especialmente sospechoso que entre los dos llevaran cinco teléfonos móviles. Sobre todo, porque dos terminales eran de última generación, según fuentes del caso.

Los agentes llevaron a los dos detenidos a comisaría para comprobar si realmente los móviles les pertenecían. Cuando ambos fueron puestos en libertad, sólo había tres móviles. Faltaban los dos teléfonos más caros, los de tercera generación. Supuestamente habían sido sustraídos por los agentes de radiopatrulla.

El hermano del menor acudió a comisaría y demostró que le había regalado a éste recientemente el móvil. Desde la emisora, se requirió a los agentes para que volvieran a comisaría y se los entregaran a sus legítimos propietarios. Los policías se negaron porque estaban tomando unas copas. Ambos han sido acusados de apropiación indebida y están pendientes de que se ponga fecha al juicio, según fuentes del caso.

Domicilio particular

Uno de los incidentes más graves consistió también en un robo. Dos policías, que igualmente pertenecían a los radiopatrullas, acudieron a un domicilio porque su dueño acababa de sufrir un robo en su vivienda. Según fuentes policiales, los agentes dieron una vuelta por las calles aledañas y localizaron a unos sospechosos.

Los agentes subieron con los supuestos cacos al domicilio de la víctima, pero éste les dijo que no eran las personas a las que él ha visto entrar en su casa. Cuando se marcharon, el hombre que había sido robado se percató de que faltaban algunas joyas y de que también habían sido sustraídos dólares norteamericanos que tenía.

La sorpresa llegó más tarde, cuando fue a denunciar los hechos a comisaría y aportó una grabación en la que, supuestamente, se ve a los agentes apropiarse de los efectos que el denunciante echaba en falta en su casa. El caso está en los tribunales.

Se da además la coincidencia de que uno de los imputados es familiar de un inspector jefe, según fuentes del caso.

El tercer caso se produjo la madrugada del pasado 15 de junio, unas cinco horas después de que la selección española le endosara cuatro goles a Ucrania en el primer partido de España en el Mundial de Fútbol de Alemania.

Sobre las cuatro de la madrugada, dos agentes del Grupo I de la comisaría de Centro, que estaban fuera de servicio, comenzaron a orinar detrás de la Puerta del Sol, en el edificio de la sede del Gobierno regional. De lo que no se dieron cuenta estos funcionarios es que cerca de ellos había un coche camuflado de su propia comisaría con dos policías que estaban vigilando a unos delincuentes rumanos. Los agentes que estaban de vigilancia les preguntaron a las dos personas que estaba orinando que qué estaban haciendo y que se marcharan de aquel lugar. Los otros, en lugar de deponer su actitud, adoptaron una actitud chulesca y les dijeron que iban a hacer lo que les diera la gana. "Y tú, ¿quién coño eres?", llegaron a increpar. Era visible que estaban ebrios o, al menos, con alguna copa de más.

Pistola por el suelo

Los policías de servicio mostraron sus placas y les advirtieron, de que si no se marchaban, podrían terminar detenidos. Lejos de identificarse y acabar con aquella situación, los agentes fuera de servicio intentaron arrebatar la placa a sus colegas, por lo que se inició una pelea. Un policía de servicio, al ver el cariz que estaban tomando los acontecimientos, sacó su arma reglamentaria. Recibió un fuerte golpe por parte de los contrarios y el arma cayó al suelo.

Los agentes pidieron refuerzos a sus compañeros de noche, ya que los atacantes no tenían intención de deponer su actitud. Uno de los oficiales que fue en ayuda se encontró en la calle del Correo con dos pistolas en el suelo y con una trifulca entre los cuatro policías. Además, los atacantes fueron hacia él, por lo que sacó su pistola y efectuó un disparo al aire.

Los dos funcionarios del Grupo I de Centro fueron trasladados a la comisaría acusados de resistencia, atentado contra un agente y lesiones, entre otros delitos. Los acusados pidieron el habeas corpus (el detenido reclama que un juez le tome declaración ante la sospecha de que ha sido arrestado ilegalmente), pero el magistrado de guardia lo rechazó. Lo que ignoraban los acusados es que el altercado fue grabado por las cámaras de seguridad de la sede del Gobierno regional.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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