"El derecho de decisión ya está constitucionalizado"
Íñigo Urkullu (Alonsotegi, 1961) es portavoz del PNV y presidente de la organización de Vizcaya, la más poderosa de este partido.
Pregunta. PSE y Batasuna se han reunido al final públicamente.
Respuesta. Nos satisface que no haya ningún problema para hablar con Batasuna; sobre todo porque, cuando nosotros lo hicimos, incluso desde el PSE se nos acusó de colaborar con el brazo político de ETA. Y cuando lo hemos hecho con el PSOE, Batasuna nos acusaba de buscar sólo apegarnos a la poltrona. Saludamos el cambio. Nos reafirma en lo que el PNV viene diciendo desde 1988, en cumplimiento del Pacto de Ajuria Enea: el final dialogado de ETA necesita incorporar a la izquierda abertzale a la política institucional. Hoy, 20 años después, estamos en eso. A ver si ahora aprovechamos esta oportunidad histórica.
"No descartamos que pueda haber maniobras para intentar quitar al 'lehendakari' del centro de la escena política"
P. En las 12 reuniones que han mantenido con Batasuna para preparar la mesa, ¿qué evolución han percibido en ese mundo?
R. La esperanza de que Batasuna esté ahora trabajando desde un principio de realidad política.
P. ¿Qué credibilidad le otorgan a José Luis Rodríguez Zapatero cuando habla de respetar la decisión de los vascos dentro de las reglas democráticas, después de lo sucedido en Cataluña?
R. En este asunto del respeto a la libre decisión, su planteamiento es ambiguo y muy genérico. Zapatero y los socialistas saben que hemos mirado la experiencia de Cataluña con la desconfianza que genera que se diga una cosa cuando se es líder de la oposición y se haga otra cuando se tienen responsabilidades de gobierno. Hemos pasado 27 años en los que no se ha satisfecho, no ya la voluntad de los vascos, sino el propio Estatuto. Ahora replanteamos de nuevo el problema político y hay que sentar las bases para darle solución. Zapatero es consciente de que la realidad vasca y la catalana son absolutamente diferentes. Y debe entender que la nuestra debe ser resuelta de otra manera.
P. Tal vez esa fórmula ambigua del presidente es la que toca ahora.
R. No se nos escapa que el Gobierno tiene que estar mirando también a otro electorado que no es el vasco. Y ya hemos vistos la política seguida por el PP en estos dos años en relación con lo vasco: terrorismo de ETA y crítica de la desmembración española. Entendemos que Zapatero gestiona en ese contexto y nosotros debemos interpretarlo para aquí, sabiendo que el presidente también está hablando para la sociedad española.P. Toda la izquierda abertzale ha valorado de manera exultante la declaración de Zapatero, casi como si fuera la Declaración de Downing Street en el caso irlandés. ¿Está sobreactuando para mandar un mensaje de optimismo a sus bases?
R. Así lo veo yo. Desde la declaración de Anoeta, en noviembre de 2004, venimos viendo vaivenes en la forma en que Batasuna gestiona interna y externamente su posición, y puede parecer que la izquierda abertzale oficial quiere convertirse en protagonista. Si eso le sirve para atraer a toda la izquierda abertzale al camino de la normalización política y que no haya disidencias, bienvenido sea.
P. Se habla de un momento histórico para acabar con la violencia. ¿Es difícil lograrlo con este PP?
R. Es el drama con el que vive el PP en su ámbito interno. Y es ahí donde se demuestra que convive el franquismo sociológico con otras formas ideológicas más moderadas. Parece muy difícil hacer nada en estos momentos, pero no vamos a cejar en el empeño. Nos pareció curioso que [Josu Jon] Imaz hablara con Rajoy y que el presidente del PP fuera recriminado por el PP vasco. Si no caben vías directas desde Euskadi, habrá que buscar otras para tejer un compromiso para un dialogo plural.
P. ¿Qué se ha adelantado en las reuniones para preparar la mesa?
R. Hemos avanzado en tejer redes de confianza con el PSE y con Batasuna. Con los socios del [Gobierno] tripartito hay un acuerdo en el diagnóstico. Más allá de las declaraciones públicas, se ha abordado la realidad política y social y la necesidad de un acuerdo integrador que respete la pluralidad vasca. Se ha avanzado, pero nos falta sentar las bases del contenido de ese diálogo político.
P. ¿Tienen ya una fecha para constituir la mesa, si Batasuna se legaliza este verano? ¿Tal vez otoño?
R. Si asumimos la pluralidad y que todos somos necesarios, no debe haber excusa para que no haya una mesa de partidos. Me preocuparía que nos quedemos en la escenificación de la foto para cubrir necesidades internas y que estuviéramos pensando que no es posible [constituir] la mesa antes de las elecciones generales.
P. ¿Cree que Zapatero está en esa clave de retrasar la creación de la mesa?
R. No sólo el PSE, sino también Batasuna, que vive una situación compleja, en la que aquél le pide que se legalice para que se puedan volver a sentar en público. Dentro de Batasuna existe el riesgo de que puede resistirse a dar pasos para la legalización, porque pueden hacer la interpretación de que, después de tanto tiempo, no han conseguido nada.
P. ¿Ibarretxe debería presidir la mesa de partidos?
R. No descartamos que en el futuro haya maniobras para querer quitarle al lehendakari del centro de la escena política. Ibarretxe tiene que estar en esa mesa. Desde hace años, y podemos remontarnos a Ajuria Enea, al plan Ardanza o la propuesta de un nuevo Estatuto político, el lehendakari ha sido un factor propiciador del diálogo entre diferentes. Y no nos ha pasado desapercibida la estrategia del portavoz del PSE en el Parlamento de minar la figura del lehendakari. Ibarretxe no es ajeno ni está en fuera de juego en este proceso.
P. ¿Se puede constitucionalizar el derecho de decisión?
R. Yo creo que ya está constitucionalizado. Cuando Zapatero dice que respetará la decisión de los vascos, pero dentro de la legalidad, si por legalidad entendemos la Constitución y el Estatuto, diremos primero que no se ha cumplido y que ya se ha modificado varias veces. Cuando nos referimos a la cuestión vasca no podemos pensar que la Constitución es inmutable. En ningún caso aceptamos que las leyes sean intocables. El propio ordenamiento jurídico tiene esa disposición adicional sobre los derechos históricos de los territorios vascos. Ahí reside la vía de enganche para una solución de futuro. La constitución vasca son los derechos históricos y están reconocidos en la Constitución de 1978.
P. El auto de imputación contra Gorka Aguirre es demoledor. Con resoluciones muy similares hay personas en prisión.
R. Esto es muy serio, como el proceso de paz, en el que se inserta también. El mismo día en el que Aguirre salía como imputado con medidas cautelares dijimos que tomábamos nota. Queremos analizar con profundidad el auto desde la base de que tenemos una confianza ciega enGorka. El auto no responde a la realidad. Queremos ver si las filtraciones de la instrucción responden a algún impulso político para desprestigiar al PNV.
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