El sector del pollo teme una nueva crisis tras la llegada de la gripe aviar
Los productores esperaban problemas en otoño, pero no en este momento
El sector de la avicultura de carne teme volver a una situación de crisis, con caída de la demanda y bajos precios, tras el hallazgo en un humedal en el País Vasco de un animal infectado por el virus de la gripe aviar. El sector había vuelto a beneficios tras los problemas de bajos precios y recorte de oferta registrdos en los meses precedentes precisamente por el temor a la gripe aviar. Frente a unos precios de coste en el entorno de los 0,75 euros-kilo de animal vivo, las cotizaciones en las últimas semanas se han mantenido estabilizadas en una media de 1,20 euros.
Administración y organizaciones de productores insisten en señalar la gran seguridad de las granjas avícolas españolas y, en consecuencia, en la inexistencia de riesgos para la salud por el consumo de carne de pollo. El periodo estival es uno de los meses de mayor demanda.
La recuperación de las cotizaciones en los últimos meses ha sido consecuencia, fundamentalmente, de dos factores: la reducción, en una primera fase, de la oferta para evitar excedentes en los mercados y el incremento de la demanda que, pese a todo, tuvo una caída media en el entorno del 5%.
A favor de los mejores resultados de las empresas ha jugado igualmente la disponibilidad de materias primas baratas para la alimentación animal, a pesar de la mala cosecha ceeralista de la campaña pasada.
Medidas de ayuda
En relación con la crisis sufrida en los meses precedentes, Bruselas ha dado luz verde inicialmente a una primera batería de medidas de ayudas al sector valorada en 2,5 millones de euros, a la que se sumará una cantidad igual que debe aportar la Administración española. El sector avícola sigue reclamando más ayudas a las autoridades comunitarias. España había solicitado en total 18,7 millones de euros.
En concreto, Bruselas ha concedido ayudas para compensar la destrucción de 7.800.000 huevos para incubar, por la transformación de otros 1.800.000 huevos, así como por el sacrificio de 151.000 animales reproductores. También ha tenido en cuenta la no producción de 15 millones de pollos por la reducción de la demanda y las pérdidas provocadas a los ganaderos al tener un tiempo vacías sus instalaciones.
Como consecuencia de la recuperación del mercado, Bruselas rechazó la concesión de ayudas para compensar los gastos de almacenamiento y congelación de canales que, en el caso de España, ascendieron a 8.000 toneladas. El Ministerio de Agricultura tambien había reclamado ayudas comunitarias por este concepto.
Las empresa integradoras lamentan que el sector del pollo haya asumido todos los costes del almacenamiento de canales para sostener la producción sin que las autoridades comunitarias ni tampoco las españolas hayan reconocido su esfuerzo.
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