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Reportaje:

"Robaron echándome el aliento"

Dos vecinos de Tres Cantos relatan cómo fueron desvalijados mientras dormían

"Pensad en un sujeto paseando por el dormitorio de tu casa; a un metro; echándote el aliento; y robándote. Sin comentarios". Es la reflexión de Javier Muñoz, un vecino de Tres Cantos que sufrió un robo en su casa la madrugada del pasado miércoles mientras dormía junto a su esposa. Lo cuenta en un foro de Internet de vecinos de Soto de Viñuelas, una urbanización del municipio del norte de Madrid. "Es muy fuerte que se metan casi en tu cama y no puedas hacer nada", decía el jueves en su casa mientras enumeraba los objetos robados: 200 euros, un reloj y unos gemelos.

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El robo en la casa de Javier Muñoz es el segundo de las mismas características en apenas 15 días en la misma zona. Otro matrimonio de la misma urbanización, Soto de Viñuelas, fue robado mientras dormía en la madrugada del 23 de junio. "Mi marido se despertó por la noche y gritó: '¡Han estado aquí!", relata la mujer, que prefiere ocultar su nombre. "Creí que deliraba hasta que me levanté y vi la alfombra del vestidor con los joyeros volcados", cuenta y asegura que no ha pasado mucho miedo las noches posteriores: "Sólo temo por la salud de mi marido, que está enfermo del corazón".

Muñoz termina su carta vecinal diciendo: "Creo que esta vez hemos tenido suerte, pero ¿la próxima vez?". Posiblemente opte por reforzar la seguridad de su casa, como ya ha hecho el otro matrimonio. Han contratado un vigilante nocturno mientras les instalan una nueva alarma periférica en el jardín.

Muchos elementos coinciden en los dos robos de estos días. Fueron a la misma hora; las tres de la mañana. Se cometieron rápidamente; apenas entraron y salieron para no despertar a sus víctimas. Los ladrones buscaron el mismo botín; las joyas del dormitorio principal. Y entraron por alguna ventana abierta para aliviar a los acalorados durmientes. En las laberínticas calles de Soto de Viñuelas es difícil encontrar una casa que no tenga algún elemento disuasorio contra los ladrones. "Perro peligroso", "casa vigilada", "alarma" dicen los letreros de las puertas de la mayoría de los más de 500 chalés de esta urbanización de Tres Cantos. "No existe la psicosis que vivimos hace año y medio, cuando tuvimos 28 incidencias en nueve meses", afirma Joaquín Rubio, el presidente de la comunidad de vecinos.

Seguridad de refuerzo

Después de los numerosos robos registrados durante ese tiempo, la administración de este barrio de Tres Cantos contrató unos auxiliares de seguridad a la empresa Proseco, con el voto unánime de la junta de propietarios. Los hurtos disminuyeron "considerablemente", asegura Jaime Vázquez, el administrador. Dos coches patrullan por los chalés persiguiendo a cada vehículo sospechoso. Si ven algo raro avisan a la policía local de Tres Cantos.

Mantener todas las ventanas cerradas durante la noche, contratar un sistema de seguridad o dejar una cantidad de dinero accesible al intruso para que huya rápido. Son los consejos de la rumorología vecinal. El foro ha desatado las sugerencias contra los ladrones.

Robar en las casas cuando están sus habitantes dentro es una práctica delictiva que ha aumentado en los últimos años. Clásicamente, los ladrones de viviendas aprovechaban que estas se quedasen vacías para asaltarlas, evitando el encuentro con los vecinos. La nueva conducta criminal llega a ser especialmente violenta en el caso de bandas organizadas. Sus integrantes no dudan en entrar mientras las familias duermen e incluso utilizan hacen gala de violencia extrema para obtener el botín.

Los vecinos de Soto de Viñuelas siempre fueron reacios a contratar una seguridad privada, "la ley no nos lo permite", dice Vicente Navarrete, el asesor jurídico de la comunidad de propietarios. Soto de Viñuelas tiene la estructura típica de las urbanizaciones privadas, pero no se trata de una de ellas. Sus calles son públicas y su seguridad depende del Ayuntamiento de Tres Cantos. No hay barreras de entrada, ni garitas con vigilantes. "Esta peculiaridad favorece la huida de los ladrones", afirma Navarrete. El abogado asegura que "extraoficialmente" la policía les recomienda contratar algún tipo de seguridad de refuerzo.

El presidente de la comunidad cree que la seguridad proporcionada por el Ayuntamiento es "insuficiente". La oposición de IU y PSOE les apoya. "Tienen que contratar agentes privados, no hay suficientes efectivos municipales para proteger sus casas", afirma Miguel Aguado, portavoz socialista.

De las seis patrullas nocturnas de la policía local, dedican una "en exclusiva a Soto de Viñuelas", afirma José Luis Escapes, portavoz de la policía municipal que admite que la urbanización fue objetivo de los delincuentes hasta hace ocho meses, cuando una pareja de chilenos fue detenida por haber cometido 10 robos. En la Guardia Civil han recibido "tres denuncias similares en los últimos meses", según fuentes del instituto armado, aunque entienden "la alarma vecinal" por las características de los robos.

Dos días después del robo, Javier Muñoz posó ante su casa preocupado. Su esposa aún está en estado de choque.

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