La juez encarcela a la presunta asesina de ancianas por cuatro crímenes consumados
El fiscal la acusa de intentar matar a otras cinco mujeres y de nueve delitos de robo
A la cárcel. El Juzgado de Instrucción número 28 de Barcelona, que ayer se encontraba en funciones de guardia, decretó anoche el ingreso en prisión de Remedios Sánchez, la presunta asesina de ancianas. El fiscal la acusa de cuatro asesinatos consumados, de otros cinco en grado de tentativa, así como de nueve delitos de robo, ocho de ellos también consumados y uno frustrado. La acusada se negó a declarar por la mañana ante los Mossos d'Esquadra y por la tarde mantuvo la negativa en el juzgado de guardia, donde incluso se negó a facilitar su nombre.
Remedios Sánchez salió de la comisaría de los Mossos d'Esquadra de la Travessera de les Corts pasadas las 16.00 rumbo al juzgado de guardia de detenidos número 3 de Barcelona. En los calabozos de las dependencias judiciales fue reconocida por un forense, que le prescribió unos tranquilizantes, y sobre las 19.30 horas fue puesta a disposición judicial.
Para entonces, la juez sustituta del Juzgado de Instrucción número 28 de Barcelona, Anna Estella, ya había repasado el informe de los hechos elaborado por los Mossos d'Esquadra a partir de la investigación realizada durante estos días y de los registros realizados en el piso de la detenida.
Esa pluralidad de hechos que contenía el atestado policial llevó a la juez a acordar el secreto del sumario, con el fin de esclarecer todas las investigaciones en marcha. Cuando pasó a disposición judicial, Remedios Sánchez mantuvo un gran hermetismo, hasta el punto de negarse a responder siquiera a la pregunta de trámite de cuál es su nombre.
"No ha abierto la boca. Es un derecho que le asiste como detenida", explicó su abogado de oficio, Josep Maria Cusí. El pasado jueves, la letrada de pago que la había asistido renunció a su defensa, explicaron fuentes judiciales. Pese al hermetismo de la detenida, su presencia ante la juez duró casi una hora, el tiempo que se tardó en transcribir todas las preguntas formuladas por el fiscal y que quedaron reflejadas en el documento judicial que acredita la frustrada declaración.
Cusí relató que cada uno de los nueve supuestos delitos de asesinato que se imputan a su clienta lleva aparejada también una acusación de robo, sea o no consumado. Se trata de hechos que, en opinión de la defensa, ocurrieron entre el pasado 10 de junio y el 3 de julio. La informática judicial deberá aclarar ahora cuál de esos delitos fue el primero que se cometió, y el juzgado en el que se abrieron las diligencias de esos hechos será el que asuma la investigación judicial.
De los cuatro delitos consumados que contiene el atestado policial y que asumió el fiscal en el juzgado de guardia existe uno cuya autoría presenta una documentación más compleja. Se trata de una anciana enterrada después de atribuir su muerte a causas naturales y que ha sido desenterrada esta semana a instancias de los Mossos d'Esquadra para practicarle una nueva autopsia.
Esta autopsia confirmó que la muerte de la anciana no se debió a ningún episodio de violencia. Sin embargo, dos días antes de su fallecimiento, la mujer había sido objeto de un robo doméstico que también se relaciona con la acusada. Al parecer, Remedios accedió a la casa de la fallecida con la excusa de ayudarla a transportar la compra del día, y una vez en su domicilio, le robó.
El pasado miércoles la policía encontró en el registro del piso de la acusada, situado en el número 28 de la calle de Mossèn Quintí Mallofré, un centenar de joyas, entre las que se encontraban 90 collares, una docena de anillos y una decena de pulseras, además de relojes, cantidades de dinero, teléfonos móviles, billetes de metro y tarjetas de transporte para la tercera edad.
Identificaciones de joyas
Los familiares de las mujeres asesinadas y de las víctimas de los robos con violencia acudieron el jueves a la comisaría e identificaron la mitad de esos objetos, informó ayer un portavoz de los Mossos. Estos objetos ya se han incorporado al sumario como la primera prueba incriminatoria contra Remedios. El resto de objetos puede que pertenezcan igualmente a las víctimas y no hayan sido reconocidos por los familiares de las propietarias o que sean el producto de otros robos de la acusada que se desconocen.
Remedios estaba asistida por una abogada que no es de oficio y ayer lo sustituyó por otro del turno de oficio. Algunos familiares de las víctimas se han personado en el caso como acusación particular. La policía también informó de que el teléfono móvil de la acusada "ayudó a identificar y localizar" a la presunta asesina, aunque "no fue la clave de la investigación". Cuando los mossos detuvieron a la acusada en un salón recreativo de la calle de Provença ya conocían su nombre y apellidos y su domicilio. Aquella tarde habían realizado una batida en el barrio donde vivía la sospechosa. La afición enfermiza de Remedios a las tragaperras pudo ser uno de los desencadenantes de los asesinatos múltiples.
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