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Reportaje:Los animales más próximos al ser humano

Primates jubilados

El Gobierno holandés inaugura en un zoo un refugio para chimpancés que fueron cobayas de laboratorio

Isabel Ferrer

Una decena de chimpancés utilizados en Holanda como cobayas para la experimentación biomédica han cambiado el laboratorio por el aire libre. Su rescatador es el mismo Gobierno, que ha aportado 3,8 millones de euros a la construcción de la primera 'casa de los simios' del país: un refugio abierto en el parque de animales de Beekse Bergen, el mayor del Benelux, especializado en darles un entorno parecido al original. Los primates reubicados forman parte de un centenar largo de Pan troglodytes verus que han recobrado también la libertad y viven ahora en diversos zoos de Alemania, Francia, Bélgica, Dinamarca y Reino Unido.

Hasta que Holanda prohibiera en 2004 los ensayos clínicos con grandes simios como los chimpancés (los demás se usan cuando no hay otra alternativa), el Centro para la Investigación Biomédica con Primates los utilizaba para sus estudios. El mayor de su clase en Europa, es también una fundación sin fines lucrativos dependiente del Ministerio de Cultura, Educación y Ciencia que investiga vacunas contra enfermedades como hepatitis, malaria, tuberculosis, sida, artritis reumatoide y esclerosis múltiple. Pero su colonia de chimpancés era escasa, y el Ejecutivo encargó una auditoría para saber si estos trabajos valdrían a largo plazo. Ante la evidencia de que su salud era buena, pero su número demasiado reducido para pruebas a gran escala, se decidió apearlos de las mismas. "Se les usaba poco. Unas cuatro veces al año con vacunas contra la malaria, el sida o la hepatitis", han señalado portavoces del centro de investigación. Las autoridades no han dejado salir, de todos modos, a los 28 chimpancés enfermos crónicos de las dolencias para las que sirvieron de cobayas. Esos viven en otro recinto.

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Los 13 chimpancés liberados fueron saludados el pasado martes por la ministra de Cultura, María van der Hoeven, como "los ganadores de esta aventura de libertad". Una vez concluidos los festejos de la recepción, ha comenzado el auténtico reto: aclimatarse a su nuevo hogar. Se trata de un recinto cubierto y una zona al aire libre con árboles y tierra acondicionados por los expertos de Beekse Bergen en una ladera de 110 hectáreas de superficie. Capturados algunos en los años sesenta cuando eran bebés en Sierra Leona, han sido dados de alta con aprobación gubernamental. Quedan aún otros ejemplares que irán al parque de animales de Amersfoort, en el centro de Holanda.

Beekse Bergen se precia de ser "un pedazo de África en Holanda" y cuenta con colonias enteras de simios, jirafas, elefantes o cebras. En total, los nuevos primates, que conservan el mismo cuidador que tenían en el centro investigador, convivirán con otros 1.500 animales de 150 especies en 3,5 kilómetros de terreno.

Paradójicamente, su estancia en el laboratorio les ha dotado de un valor añadido. Su ficha genética está completa, son muy puros debido a su pasado aislamiento y están amenazados en libertad. Un conjunto de rasgos apetecible para otros zoos y muy útil a la hora de mantener su especie, aunque sea en cautividad.

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