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Reportaje:

Pasión por la empresa

María Luisa Mesa acaba de recibir una distinción del Ministerio de Industria por su trayectoria como emprendedora

"Soy mujer, pero mi proyecto no tiene sexo", fue la respuesta de la empresaria sevillana María Luisa Mesa a su madre cuando hace 20 años le explicó la arriesgada idea por la que quería apostar y para la que necesitaba el apoyo económico de su familia: una unidad de diálisis independiente. Su madre puso pocas pegas a la petición de su hija, pero sí le advirtió: "Eres mujer, joven, no tienes dinero, ni padrinos y estás rodeada de elefantes". Con "elefantes" se refería a las multinacionales del ámbito de la salud, ya que Mesa trabajaba como nefróloga en los comienzos de su andadura emprendedora.

Esta mujer ya apuntaba desde su juventud hacia una vida profesional imparable. Primero estudió para ser auxiliar de clínica. Mientras desarrollaba esta profesión se sacó el graduado de Enfermería y, poco después, terminó la carrera de Medicina. Además, se especializó como médico del trabajo y como nefróloga.

Así, hasta llegar a convertirse en una de los tres emprendedores españoles seleccionados por el Ministerio de Industria para distinguirlos por su trayectoria. Junto a los otros dos: José Luis Manzano, ingeniero industrial madrileño; y Luis Cacho, musicólogo de La Rioja; Marisa ha sido elegida entre 900 personas que participaron en las jornadas para emprendedores que se han desarrollado en todas las comunidades autónomas españolas este año.

El último empeño de esta empresaria ha sido el de aglutinar a 50 empresarios de la región para competir con las grandes empresas en los concursos de la Administración. "Es un proyecto en el que hay andaluces que tienen sus sedes, trabajan y pagan impuestos en Andalucía", afirma esta mujer con una sonrisa.

La oferta de este consorcio abarca todas las áreas: mobiliario, atención al cliente, Internet, comunicación audiovisual, formación, medioambiente, calidad y prevención, entre otras. "Ofrecemos todo a las administraciones", añade. En dos años de experiencia han sido muchos los resultados. Pero esta apuesta es sólo el peldaño más alto de una escalera que esta mujer ha subido con empeño, esfuerzo e ilusión.

Cuando Mesa trabajaba como nefróloga en el hospital Macarena a mediados de los 80 vio que el modo de trabajo y de atender a los pacientes con necesidad de someterse a diálisis se podía mejorar mucho. "Los enfermos hacían hasta 80 kilómetros de viaje cada dos días y entraban en el hospital, con el olor habitual que hay en los centros hospitalarios, los uniformes, el estrés, y pasaban allí cinco horas cada sesión", recuerda esta empresaria.

Por esto, pensó en acercar las unidades de diálisis a los pacientes de los pueblos, para reducir sus trayectos. "En estos centros debe haber luz, color, música, para que sean como segundas casas para los enfermos", añade, siempre sonriendo. Con ese sueño, abandonó su trabajo, pidió el préstamo a sus padres, que hipotecaron su única posesión, un piso, y sacó adelante el proyecto con la ayuda de su marido y colega, Miguel Ángel Rivero.

Durante la década de los 90, cuando los tipos de interés superaron el 15%, el matrimonio lo pasó mal. "Temía que mis padres perdieran su vivienda. Pero, en el fondo, era feliz, porque hacía lo que quería", reconoce Mesa. En su opinión, la persona que realmente es emprendedora encuentra su felicidad "en hacer lo que desea, y no tanto en el éxito".

Finalmente, las épocas duras pasaron y, en la actualidad, en las dos unidades que regenta esta mujer en el Aljarafe y en el barrio sevillano de Montequinto, se realizan 25.000 sesiones de hemodiálisis al año. Los centros son como ella los soñó: luminosos, alegres, limpios y con música de fondo. Ahora en Andalucía el 93% de los enfermos crónicos recibe tratamiento fuera de los hospitales. Cuando ella comenzó, era la primera de la comunidad que apostaba por esto y, hoy día, sigue siendo la única persona que, en privado, ha montado una unidad de diálisis en España.

Mesa recuerda el poco apoyo institucional que recibió en sus comienzos. "En este país no se valora al que invierte, sino al que ahorra", se lamenta. Considera que la enseñanza no prepara a los alumnos para enfrentarse al mundo del trabajo. "El hecho de que un licenciado en Derecho reparta pizzas es un fracaso de los políticos, la Universidad y la sociedad". Por eso, apuesta por el apoyo a la cultura emprendedora, "que es la que crea empleo".

Marisa Mesa es también fundadora de la Asociación de Empresas Andaluzas de Nefrología y presidenta del Consejo de Salud de la Confederación de Empresarios de Andalucía. Además de la distinción del Ministerio, sobre la que Mesa ha destacado "la positiva apuesta de Zapatero por apoyar a los emprendedores", la empresa de esta mujer obtuvo un premio de la Unión Europea por un proyecto de investigación y no cesa en sus labores innovadoras. Ahora Mesa está embarcada en la creación de una nueva silla de ruedas especial "con muchas propiedades".

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