La reforma laboral y el sector turismo impulsan un récord de contratos en junio

La temporada turística ha arrancado con buen pie para los demandantes de empleo. La reforma laboral que acaba de entrar en vigor ha propiciado un récord de contratos en el mes de junio. Los 1,6 millones formalizados representan la mayor cifra de la serie histórica, que comienza en 1985, aunque el 90% son temporales. También los datos del paro resultan alentadores. Un total de 44.774 desempleados dejaron de serlo, con lo que la cifra global se sitúa por debajo de los dos millones. Se trata del mejor junio desde 2001, aunque en el último año crece el desempleo entre las mujeres y los inmigrantes.

El verano suele ser una época propicia para la creación de empleo. El peso del turismo en la economía española -representa un 12% del producto interior bruto (PIB)- incentiva las contrataciones de verano. Son empleos normalmente cortos pero que sirven para medir el vigor de la actividad. El primer mes del verano ha arrancado con 1,65 millones de contratos nuevos, según los datos facilitados ayer por el Ministerio de Trabajo. Se trata del mejor dato mensual registrado en cualquier mes. "Se mire como se mire, son resultados positivos", subrayó el ministro de Trabajo, Jesús Caldera.

Dos factores explican esta bozanza. En primer lugar, la economía sigue creciendo fuerte y los empresarios se animan a crear puestos de trabajo. En segundo lugar, la reforma laboral ha tenido un efecto dinamizador sobre el empleo antes de su entrada en vigor el pasado 1 de julio. Las dudas generadas en los meses previos a la firma (el pasado 9 de mayo) sobre si se mantendrían los incentivos a la contratación temporal o no llevó a muchas empresas a intentar aprovechar las últimas bonificaciones a la contratación temporal. Con la reforma, sólo se mantendrán para los fijos aunque habrá un incentivo transitorio para convertir a los temporales en indefinidos.

Ese afán por aprovechar las últimas ventajas de los contratos temporales y el carácter estacional de los empleos ligados al turismo determinan el bajo porcentaje de contratos fijos entre los firmados en junio. Sólo un 9,2% tiene carácter indefinido, cifra inferior a la de meses anteriores. La contratación fija ha caído un 8,62% en el último mes, aunque en el último año avanza a un ritmo mayor que la temporal (un 14,63% frente al 4,83%).

Así, la abultada cifra de contratos tiene una primera lectura positiva: responde a la creación de empleo, pero también un lado amargo: es sintomática de mayor temporalidad, una de las principales disfunciones del mercado laboral español respecto al entorno europeo.

Desaceleración anual

Aunque los datos de contratación son los más llamativos, la reducción del paro también resultó favorable. Los servicios públicos de empleo registraron 44.774 parados menos, lo que representa una caída del 2,2% respecto a mayo. Esa cifra convierte al mes pasado en el mejor junio desde 2001 y permite situar el número de parados por debajo de los dos millones (1,9). "Estamos ante el segundo mejor junio de la serie", destacó el secretario general de Empleo, Valeriano Gómez. Desde julio del año pasado se había estado rebasando esa barrera mes a mes.

Además de sumar cinco meses consecutivos de descenso del paro, la evolución anual arroja también caídas. Pero ahí los datos dan menos lugar al triunfalismo. En el último año el desempleo se ha reducido un 0,76%, frente al 3,86% que cayó hace un año. "El dato de junio es positivo, pero hay que fijarse en la evolución interanual", advierte Carlos Maravall, experto en mercado laboral de Analistas Financieros Internacionales. Maravall subraya que en el último año el paro cae en industria, construcción y en el colectivo sin empleo anterior, pero crece en el sector clave de la economía española: los servicios. "Para reducir el paro hay que hacerlo en este sector, que representa el 60% de los parados", añade.

Como dato positivo, Maravall destaca que la industria está tomando el relevo de los servicios en reducción del paro. Así, la actividad industrial mejora en reducción del paro respecto al año anterior. Lo mismo ocurre con la construcción. "Al menos, que tire la industria es favorable. Si se generaliza esa tendencia se puede producir la sustitución del consumo por la inversión que requiere la economía", concluye.

Otro de los colectivos que resulta desfavorecido en la evolución anual del paro son las mujeres, que representan el 62% de todos los parados. Entre las mujeres, el desempleo aumenta levemente (un 0,38%) en el último año, mientras entre los hombres baja un 2,61%. También respecto a mayo los hombres resultan más beneficiados que las mujeres de la reducción del paro. Trabajo argumenta que la incorporación de la mujer al grupo de demandantes de empleo es tan intensa que por muchos puestos que se creen aún no son suficientes para abastecer a toda la demanda.

Algo parecido a las mujeres ocurre con los extranjeros. Este colectivo, que tiene su reflejo en el sistema desde hace algo más de un año, mejora en desempleo en el mes de junio, aunque no con mucha intensidad (cae un 1,29%). Pero en el último año el paro crece entre los extranjeros un 21,58%, especialmente en las actividades de agricultura, construcción y servicios. Del total de parados, los extranjeros (comunitarios y no comunitarios) representan el 6,5%. La mayoría procede de países ajenos a la Unión Europea.

Más que los datos en sí, lo importante de las cifras del paro (un registro que contabiliza el Ministerio de Trabajo con los desempleados que voluntariamente acuden a las oficinas de empleo) es la tendencia. El retrato más fiable del mercado laboral en España lo proporciona la Encuesta de Población Activa (EPA), que se elabora con carácter trimestral. Éste es el instrumento homologable con la Unión Europea y el que ofrece la tasa de paro, ahora en el 9,07% de la población activa. La EPA correspondiente al segundo trimestre del año se conocerá el próximo día 28 de este mes.

Más cotizantes

Más allá de las cifras del paro y los contratos registrados, la Seguridad Social sigue sumando cotizantes. Junio supuso una aportación media de 113.250, lo que sitúa el total de afiliados en 18,8 millones de personas. La suma de nuevos ocupados resulta inferior a la del año pasado, aunque 2005 estaba afectado por el proceso de regularización de inmigrantes que permitió la entrada de más de medio millón en el sistema. "La mayoría de ellos siguen dados de alta", recordó el secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado. Los extranjeros suponen ya el 10% de los afiliados (el 8,14% si se tienen en cuenta sólo los extracomunitarios).

Como consecuencia de los crecimientos extraordinarios que se produjeron durante todo el año pasado, la incorporación de cotizantes se está desacelerando en lo que va de año, aunque mantiene tasas superiores al 4%.

La llegada del verano también acentúa una de las prácticas anómalas que tradicionalmente registra la Seguridad Social: la suspensión de contratos a final de junio para recuperarlos más adelante, en algunos casos después de las vacaciones. En el último día del mes de junio se produjeron 197.067 bajas, aunque el número de altas el primer día hábil de julio (el pasado lunes) neutralizó esa pérdida con 244.723 cotizantes nuevos. De ellos, 10.622 estaban asignados al mismo puesto y a la misma empresa en la que fueron dados de baja, lo que constituye una clara práctica fraudulenta.