Un gimnasio con arrugas
Un estudio halla deficiencias en el 20% de los 58 polideportivos de la capital
El polideportivo municipal de La Latina, al lado del mercado de la Cebada, en Centro, presenta signos de envejecimiento. "Tiene más de 37 años", cuenta un responsable. "Tiene goteras, las máquinas casi nunca funcionan", explicó ayer Ishay, un israelí que lleva tres años acudiendo al gimnasio. "El año pasado hubo una gotera que estuvo meses sin arreglar. Más de una vez he estirado los músculos al lado de una cucaracha", añade.
Unas 2.300 personas acuden al centro cada día. Un trabajador calcula que por la piscina pasan más de 500 personas. "Está masificada", cuenta un usuario. Valerio, un habitual, reconoce que el polideportivo "está viejo. Es un centro de barrio y podría estar mejor". "Hacemos un mantenimiento permanente. En agosto cerramos y aprovechamos para retocar todo", señala un responsable. Ishay dice que no se perciben las reformas. Hace dos semanas un fluorescente cayó sobre la cabeza de un usuario.
En Madrid hay 58 polideportivos municipales y unos 400 espacios deportivos elementales (que sólo ofrecen uno o dos servicios, como canchas de baloncesto o campos de fútbol). Un estudio de la revista Consumer-Eroski, de febrero de 2006, reveló que el 20% de las instalaciones presentan deficiencias, básicamente, falta de anclaje de equipamientos y antigüedad de los mismos.
Otros polideportivos que visitó ayer este periódico también tienen arrugas. Los usuarios de las instalaciones del centro deportivo de Aluche se quejan. Las pistas de fútbol sala y baloncesto son de cemento y están agrietadas. En La Elipa, el pabellón no está bien ventilado. "En verano, las altas temperaturas impiden jugar al fútbol", contaba ayer un jugador, muy acalorado.
Francisco López, presidente de un club deportivo en el distrito de Usera, dice que ha tenido que recurrir a las arcas de la asociación para mejorar las instalaciones municipales. "En el campo de fútbol del Parque Lineal del Manzanares, tuvimos que pagar el riego porque había niños que se asfixiaban con el polvo". Lo mismo ocurre en la instalación elemental de la calle de Ramón Gómez de la Serna. Federico García, un trabajador del centro, dice que el campo está seco y no tiene agua desde marzo. Fuentes municipales dicen que se debe a las restricciones por la sequía. En Puente de Vallecas, el polideportivo de Entrevías cuenta con modernas instalaciones. Pero las canchas están agrietadas.
Las tarifas para acceder a las instalaciones municipales han subido cerca del 90% desde 2003.
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