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Entrevista:PAULINO PLATA | Consejero de Turismo. Candidato a la alcaldía de Marbella

"Ahora hay más seguridad en Marbella"

Paulino Plata ha deshojado la margarita y ha dicho sí, quiero. Ya es candidato a la alcaldía de Marbella en representación del PSOE. En esta entrevista, celebrada en el Parlamento de Andalucía, el actual Consejero de Turismo habla de cómo ve la Marbella de hoy y apunta soluciones.

Pregunta. Más de medio centenar de personas han sido detenidas en los últimos dos meses: la alcaldesa, casi todos los concejales, el secretario del ayuntamiento, el asesor de Urbanismo, constructores, promotores... ¿Tan podrida estaba Marbella?

Respuesta. Parece que sí. La acción de la justicia está poniendo de manifiesto el nivel de corrupción que había y los problemas a los que hay que hacer frente por parte de todos: instituciones, partidos políticos, la justicia. La situación es complicada.

"Es muy importante poder gobernar con una mayoría potente, con una mayoría que evite situaciones de pactos que allí no son deseables"
"La gestora está actuando ejemplarmente. Cualquier edificación que no se ajuste a la legalidad, hay que paralizarla"
"El PP no va a ganar la alcaldía de Marbella. Cuando los ciudadanos analicen nuestras propuestas, seguro que nos votan"
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"Al final, este asunto tiene un aspecto positivo: todo el mundo tiene que aprender que en política no hay ni salvadores ni fórmulas mágicas"

P. ¿Cómo se llegó a esa situación?

R. Es una magnífica pregunta para quienes han dirigido ese Ayuntamiento durante tanto tiempo. Es una cuestión compleja que está analizando la justicia. De todo lo que ahora se haga se deberán sacar consecuencias para evitar que, en el futuro, en cualquier otro ayuntamiento pueda darse una circunstancia similar. Lo que queda claro es que está absolutamente justificada la disolución del Ayuntamiento.

P. ¿Actuó la Junta tarde, miró para otro lado, dejó hacer...?

R. La disolución del Ayuntamiento...

P. ... es muy reciente...

R....sí, pero esa es una competencia que tiene el Gobierno de la nación. Proponer la disolución de un Ayuntamiento no es fácil. Se necesita un pleno acuerdo entre las administraciones. Y eso se ha hecho durante el Gobierno de Zapatero. En cambio, durante los ocho años de gobierno de Aznar se habló de este asunto pero se miró para otro lado. Y entonces Javier Arenas estaba en el Gobierno.

P. Pero la Junta, aunque impugnó 389 licencias de obras, debió poner el grito en el cielo ante las fortunas que se amasaban en Marbella construyendo ilegalmente. ¿Hizo todo lo que pudo?

R. La Junta ha hecho todo lo que podía hacer. Buena prueba de ello son esas casi 400 denuncias sobre decisiones que iban contra la ordenación urbanística. Por cierto: el PP no puso ninguna impugnación y parece que la primera iniciativa que va a tomar es la de recurrir la retirada de competencias en Urbanismo. Una paradoja muy curiosa. La Junta ha actuado en el momento en que podía tener éxito la adopción de esa medida tan excepcional y grave.

P. Si la Junta hizo todo lo que pudo, ¿falló la Justicia?

R. No lo sé. Es una situación extraordinaria, distinta, sin antecedentes. Probablemente todo el mundo debería haber actuado antes.

P. No hay corruptos sin corruptores. En la primera fase de la Operación Malaya se detuvo a políticos. Ahora, a empresarios. ¿Hasta qué punto los constructores y promotores han sido responsables del caos de Marbella?

R. Si unos se han corrompido es porque otros los han animado. Y al revés, porque esto es un círculo vicioso. Actuaciones de este tipo se dan lamentablemente en otros sitios, pero en Marbella había llegado a unos límites increíbles, y eso es lo que ha provocado la intervención de la Junta.

P. Va a abandonar el Gobierno siendo el político mejor valorado en las encuestas de opinión, incluso por encima del presidente Chaves. ¿Es un candidato a palos, como dice el PP?

R. En política, a uno le asignan tareas. Ésa ha sido mi cultura dentro del partido socialista durante los casi 30 años que llevo de militancia. Uno tiene la obligación de verse en esa tarea, de entender que le toca llevarla a cabo y después procurar desarrollarla con éxito. Siempre trabajo con este enfoque. Primero he intentado ver que era un tema que podía aceptar, que era una tarea adecuada, y después he estado recabando los apoyos necesarios para abordar la solución de un problema tan difícil como el que tiene Marbella.

P. Daba la impresión de que no quería aceptar el reto...

R. Los tiempos son importantes. Pensé que era conveniente que mi nombramiento se produjera dentro de un conjunto de nombramientos de candidatos de otras ciudades andaluzas similares en número de habitantes, en importancia... Finalmente ha sido así. Por otro lado, dada la extraordinaria situación que vive Marbella, quería tener información para recabar el máximo apoyo del partido, que tiene que movilizar las instituciones para abordar adecuadamente la solución a los problemas que allí hay.

P. Algunos dirigentes de su partido y del Gobierno andaluz parecía que le daban la orden de aceptar más que pedirle que fuera candidato...

R. No he apreciado ese modo imperativo, aunque tampoco cordialidad.

P. ¿Cuándo le comunicó Chaves que quería que fuera candidato?

R. En febrero.

P. Ha tardado mucho tiempo entonces en decirle sí. ¿Durante todo este tiempo lo estuvo pensando, o sabía que ida a decir sí?

R. No sabía cuál iba a ser la respuesta definitiva. He comentado que estaba estudiando la situación, para enfocarla y abordarla en las mejores condiciones. No se trata sólo de ir a Marbella con la exclusiva voluntad de arreglar los problemas. Hacen falta medios y apoyos.

P. ¿Le han asegurado esos medios, esos apoyos?

R. Sí, confío en que los tendremos. Pero es muy importante poder gobernar con una mayoría potente, con una mayoría que evite situaciones de pactos que allí no son deseables. Una vez que hayamos obtenido el apoyo de los ciudadanos, para sacar a Marbella del problema en el menor tiempo posible, también hacen falta apoyos y recursos.

P. ¿Tendrá Marbella un trato especial a la hora de decidir inversiones públicas?

R. Marbella tiene que recuperar el tiempo perdido en materia de inversiones, porque el Ayuntamiento anterior no colaboraba con ninguna administración facilitando suelo o medios para que fuese posible desarrollar esas inversiones. Ejemplos: en Marbella, no hay ni una sola plaza de residencia para mayores. Hay un gran déficit en materia educativa, en servicios públicos, que están perfectamente atendidos en el resto del territorio andaluz. Curiosamente, en Marbella, uno de los lugares más prósperos de Andalucía, no tienen los niveles medios que dispone el conjunto de la comunidad autónoma.

P. ¿Cuales son los principales problemas que ha detectado?

R. El Ayuntamiento está en un atolladero: la deuda es de más de 500 millones de euros, la nómina de los 3.550 trabajadores supone 100 millones de euros al año. Hay que llegar a un convenio con la Administración para aplazar la deuda del IRPF y de la Seguridad Social (300 millones). La Junta avalará un crédito de 100 millones para pagar las nóminas de aquí a julio del año que viene. Es necesario hacer una auditoría de la plantilla. Hay que realizar una revisión de todas las ordenanzas fiscales, del catastro, de todos los ingresos ordinarios del Ayuntamiento, que en la actualidad son unos 95 millones al año. Pero creo que el potencial económico de Marbella es muy superior a esos 95 millones.

P. ¿Qué va a hacer con la plantilla? Porque es mayor que la de Málaga capital.

R. Creo que es la más importante de todos los ayuntamientos andaluces, 3.550 trabajadores. Habrá que hacer una auditoría y estudiar el mejor modo de encajar el personal y llevar a cabo los ajustes que sean necesarios.P. Si usted dice eso en un mitin va a perder muchos votos.

R. Hay muchas maneras de hacer ajustes sin producir perjuicios ni daños a nadie. Se pueden producir jubilaciones anticipadas, trasvases de personal... Hay que hacerlo de manera que no se perjudique a nadie o tenga el menor impacto social posible.

P. 30.000 viviendas ilegales. ¿Es partidario de su derribo, sobre todo de las 4.500 que están pendientes de los tribunales?

R. No conozco bien esa situación, pero creo que eso no es tan fácil. Vamos a ver cómo se pronuncian los tribunales. Pero no es muy común el derribo de inmuebles habitados en los que hay ciudadanos que han comprado de buena fe una propiedad.

P. ¿Buena fe? Si usted sabe que el piso que compra está edificado en zona verde, la buena fe desaparece.

R. Eso lo tiene que apreciar el juez. No es una cuestión sobre la que yo me pueda pronunciar...

P. Sobre lo que sí se puede pronunciar es sobre los precintos ordenados por la gestora: ya lleva más de 2.000 viviendas precintadas. ¿Es partidario de seguir?

R. La gestora está actuando ejemplarmente. Cualquier edificación que no tenga los permisos, que no se ajuste a la legalidad, hay que paralizarla. Eso es evidente, si no estamos haciendo todavía más grande el problema. Hay que respetar la legalidad.

P. Algunas de esas órdenes judiciales ordenando la paralización estaban en vigor con el anterior Ayuntamiento, pero la Policía Local no las ejecutaba.

R. Ya estamos viendo el cambio...

P. ¿Éste es el reto más difícil que tiene en su carrera política?

R. Sin ninguna duda.

P. Alguien dijo que si usted gana la alcaldía de Marbella será el sucesor de Chaves.

R. Eso es sencillamente una tontería. No tengo ninguna aspiración de suceder a Chaves. Nadie está planteando ahora mismo su relevo. Chaves está haciendo una gestión magnífica y ha posicionado a Andalucía en una situación política a nivel de todo el Estado que nunca había tenido nuestra comunidad autónoma.

P. ¿Optará en el futuro a la sucesión de Chaves?

R. No, no, para nada. No está en mis cálculos. Ser presidente de la Junta requiere unas condiciones que no reconozco en mí.

P. ¿Pasar del Gobierno a una alcaldía, aunque sea la de una ciudad de la importancia de Marbella, es bajar un escalón en el escalafón político?

R. No es una cuestión de escalafón. Viendo las cosas en positivo, si en un tiempo razonable se resuelve la situación de Marbella, se recupera la normalidad política y se impulsa la ciudad para sacar lo mucho que puede ofrecer, será algo muy bueno para todos.

P. ¿Es partidario de un pacto preelectoral entre el PSOE y el PP para que ninguno de los dos recurra al apoyo de independientes si no logran mayoría absoluta?

R. Esa es una cuestión que hay que estudiar en su momento. En ese sentido, he hecho una reflexión que se malinterpretó: dije que en una democracia consolidada, se habría planteado entre los partidos con más madurez democrática, no sólo ya la posibilidad de un pacto postelectoral, sino de una solución previa pactada entre todos, que no tiene por que ser un pacto para ir todos los partidos en una única lista. Puede ser cualquier otra vía. El caso de Marbella es tan extraordinario que podría ser aconsejable una solución de esta naturaleza. Pero hemos visto todos cuál ha sido la respuesta del PP. En cualquier caso, lo importante es que se celebren las elecciones y buscar el mayor respaldo social posible para que el Ayuntamiento que salga tenga toda la fuerza para poder solventar los problemas en el menor tiempo posible.

P. Las encuestas que tiene el PP dicen que ellos van a ganar. ¿Y las suyas, qué dicen?

R. Que no van a ganar. Nuestra ultima encuesta dice hay un empate entre PP y PSOE. Y cuando se hizo, ellos tenían candidata y nosotros no. Cuando los ciudadanos analicen nuestras propuestas, seguro que nos votan.

P. Si gana las elecciones, pero no con mayoría absoluta, ¿pactaría con los "independientes" para conseguir la alcaldía?

R. Los ciudadanos de Marbella deben de estar bastante escarmentados de "soluciones independientes". Lo más seguro es un acuerdo entre los partidos mayoritarios que funcionan en nuestra democracia. Cualquier otra aventura me parece desaconsejable.

P. ¿Y si quien pacta es el PP?

R. Pues aplico la misma regla, claro.

P. Si no gana, ¿aguantará cuatro años en la oposición?

R. Esa hipótesis no va a darse.

P. ¿Seguirá como consejero de Turismo hasta que la ley se lo permita?

R. Lo razonable es hacer lo que permite la ley: simultanear el cargo de consejero y candidato a la alcaldía, hasta que la Junta Electoral proclame las candidaturas. Hay antecedentes en este sentido: Ruiz Gallardón fue presidente de la Comunidad de Madrid y candidato a la alcaldía de Madrid y simultaneó esos cargos no sólo hasta el momento de las elecciones, sino que, por las circunstancias tan particulares que se dieron en 2003, tuvo que prolongar y compatibilizar esos cargos hasta varios meses después de que fuese elegido alcalde. También existe el precedente de Piqué, que fue ministro y candidato a la presidencia de la Generalitat, o el caso de Jaume Matas, ministro de Medio Ambiente e igualmente candidato a la presidencia de Baleares.

P. El PP ya le ha acusado de que utiliza fondos públicos (de la Consejería de Turismo) para promocionar su candidatura...

R. Todos los alcaldes que lo son ahora mismo y que van a presentarse a la reelección tienen la ventaja del ejercicio del cargo y a nadie se le ocurre el disparate de pedir que dimitan.

P. Algunos marbellíes tienen la moral por el suelo. ¿Tienen motivos para sentir vergüenza?

R. Es lógico que estén preocupados, porque es verdad que el nombre de Marbella se está asociando a cosas que suenan muy mal. Pero este asunto ha implicado sólo a unos pocos ciudadanos, a pocas decenas y en Marbella viven más de 120.000 personas. Yo estoy con ellos.

P. Pero en cuatro elecciones sucesivas han dado mayoría absoluta al gilismo, y ya vemos lo que han hecho.

R. El GIL ha gobernado porque ha tenido el apoyo de los ciudadanos, eso es evidente. Además, un apoyo muy mayoritario. De todo eso los ciudadanos han tomado buena nota. Y al final, este asunto tiene algún aspecto positivo: todo el mundo tiene que aprender que en política no hay ni salvadores ni fórmulas mágicas.

P. El PP presume de que es el único partido que no tiene ningún concejal detenido, ni imputado, ni en la cárcel. ¿Es tan inocente el PP?

R. El PP tendría que explicar cómo ha dado cobijo y amparo a muchísimos concejales del GIL que se pasaron a sus filas cuando el barco gilista se hundía. De los 93 cargos públicos que en 1999 obtuvo el GIL en Andalucía (más Ceuta y Melilla), 32 han ido a parar a las filas del PP y dos al PA. Ninguno terminó en el PSOE ni en IU. Esto es algo muy importante y el PP tiene que dar explicaciones serias.

P. ¿Está haciendo un buen trabajo la gestora?

R. Está haciendo un trabajo excelente y es necesario reconocer el gesto altruista que han tenido todos sus miembros al renunciar a una actividad privada para ejercer un cargo público en un momento muy difícil. Lo que hace falta por parte de todo el mundo, no sólo de las instituciones, sino también de los partidos políticos es apoyo y ayuda para que ese trabajo dé los mejores resultados en el menor tiempo posible. Eso es apostar por regenerar Marbella.

P. Si usted fuera un constructor o un promotor inmobiliario honesto, honrado, como hay muchos, ¿invertiría en estos momentos en Marbella?

R. Ahora es cuando hay más seguridad jurídica para trabajar allí, ahora.

P. O sea, que les anima a que vayan.

R. Por supuesto.

P. ¿Aunque gane el PP?

R. Totalmente, sin ninguna duda. Marbella es un lugar de oportunidades y ahora es cuando se pueden hacer las cosas con total seguridad legal.

Hombre récord

Las marcas que puede exhibir Paulino Plata (Melilla, 55 años) son difícilmente igualables: 30 años de militante en el PSOE; ocho años de concejal en Antequera, en la oposición primero y luego en el gobierno municipal; siete años de alcalde de esa ciudad; 26 años como diputado del Parlamento de Andalucía, desde su constitución hasta hoy, y 12 años en el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía. Toda una vida dedicada a la política que ha transcurrido de manera ejemplar, según los observadores más imparciales.

Una opinión que confirman los ciudadanos: desde hace años, Paulino Plata es el político mejor valorado en las encuestas de opinión, superando en ocasiones a su jefe de filas, el presidente Manuel Chaves.

Aunque nacido en Melilla, su familia paterna procede de Granada (Ogíjares y Loja). Desde los seis años, Plata vivió en Ronda, y ejerció su profesión de maestro en Mollina y Antequera. "La enseñanza me ha servido mucho para la política: te enseña a saber explicarte. Y en política saber explicarse tiene muchísima importancia". En los últimos doce años, Plata ha "explicado" la política agraria, pesquera y turística de la Junta, como máximo responsable de esas dos consejerías.

Ahora tiene un reto más en su larga trayectoria de servidor público: conquistar y regenerar Marbella.

Su paso por la alcaldía de Antequera le será muy útil. "Cuando accedí a esa alcaldía, había 5.000 desempleados y al polígono industrial le llamaban 'el valle de los caídos' porque no cuajaba ninguna industria". Cuando siete años después dejó la alcaldía, "el polígono estaba a tope y se tuvieron que hacer dos ampliaciones". ¿Milagro? No. Simplemente, "se diversificaron las fuentes de riqueza". Eso es lo que quiere hacer en Marbella, plaza que está seguro de conquistar: "todo no puede ser ladrillo; hay que abrir nuevos campos a la economía"·

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