Boliden acusa a las constructoras de la balsa de Aznalcollar

La defensa de Boliden, la empresa de la balsa minera que causó el vertido tóxico de Minas de Aznalcóllar (Sevilla) en 1998, dijo ayer que ésta fue construida con un "defecto de diseño", mientras que las constructoras aseguraron que la rotura se debió a cambios estructurales y de vertido. Los letrados de las empresas constructoras de la balsa de Aznalcóllar -Dragados y Construcción (actual ACS), Intecsa y Geocisa-, aseguraron durante la jornada de ayer del juicio que se celebra en el juzgado de Primera Instancia número 9 de Madrid que la rotura de los diques se produjo porque Boliden, multinacional sueca, "recreció" los diques para cambiar el sistema de explotación de la mina.

Durante la exposición de sus conclusiones, el letrado de la empresa sueca insistió en que "el cálculo y diseño" de la presa para el vertido de residuos no se hizo de acuerdo "a las mejores técnicas" ya que, según explicó, la balsa se rompió antes de "haber llegado a la altura máxima y con un peso inferior para el que había sido proyectada". Insistió en que las modificaciones que se hicieron posteriormente en la altura y grosor de los diques no influyeron en "las condiciones de seguridad", y recordó que los informes de los peritos destacaban que las constructoras no habían instalado artefactos para medir la presión de los residuos líquidos. Además sostuvo que la "acidez del agua" por el cambio de explotación de la mina no reblandeció las "margas" de los diques y que el volumen de agua que había en la balsa no provocó las "presiones intersticiales" ni las filtraciones.

Balsas iguales

Calificó de "grave" que los peritos propuestos por las empresas demandadas, que declararon el jueves, afirmaran que si hubieran tenido que construir otra balsa similar lo habrían hecho con "iguales o incluso menores medidas de seguridad", ya que opinan que dicha presa fue construida de acuerdo a las "técnicas habituales de la práctica de la geotécnia".

Por su parte, el letrado de Intecsa dijo que los cambios estructurales realizados por Boliden se hicieron sin los estudios, informes técnicos o asesorías que hubieran necesitado para garantizar las condiciones de seguridad. "El proyecto ejecutado no es el proyectado previsto inicialmente, y solo por eso no se le puede pedir responsabilidad a Intecsa", aseveró. Atribuyó la rotura del dique a un "recrecimiento de forma acelerada y brusca" tanto en su base como en su coronación, a la mezcla de vertidos que produjo "un lago de agua ácida" y al almacenamiento de agua para diluir los residuos de la mina, que era "diez veces superior" al previsto en el proyecto inicial de 1976.

La defensa de Dragados manifestó que Boliden no ha presentado ningún documento que acredite que las reformas de la balsa se hicieron con las condiciones adecuadas y les acusó de haber ocultado y destruido documentos sobre este asunto. El juicio continuará el próximo martes.