El diálogo con ETA arranca sin el PP

El proceso de diálogo para el fin del terrorismo arrancó ayer con el anuncio del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de que se abre el diálogo con ETA. Lo hizo en el Congreso, pero ante los periodistas, en el vestíbulo de Isabel II, y no ante los diputados y en el hemiciclo como se había comprometido. Zapatero explicó que los contactos con ETA tendrán como principio irrenunciable que no se pagará ningún precio político por la paz. El presidente destacó que "el Gobierno respetará las decisiones que los ciudadanos vascos adopten libremente, respetando las normas y los procedimientos legales". Jacques Chirac y Tony Blair apoyaron el proceso abierto, como casi todas las fuerzas políticas y sociales. Sólo el PP y la Asociación de Víctimas del Terrorismo rechazaron la iniciativa.

Por primera vez en democracia, el principal partido de la oposición no apoya al Gobierno en un proceso para el fin de ETA. Rajoy argumentó que, como los socialistas prevén reunirse con Batasuna -"que es ETA, según el Supremo"-, no habrá apoyo del PP. Esta nueva fase arranca después de 1.200 días sin atentados mortales de ETA y tres meses después de declarar el alto el fuego permanente.

Batasuna alabó el pronunciamiento del presidente y puso de relieve el "compromiso de Zapatero de respetar la decisión de los vascos". El Gobierno vasco también ensalzó la iniciativa.

Zapatero hizo su anuncio después de que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, explicase en el Congreso a los líderes de todos los partidos el comienzo de las conversaciones tras verificar que la actividad de la banda "había desaparecido prácticamente".

El presidente anunció que su Gobierno mantendrá en esta fase "el principio irrenunciable de que las cuestiones políticas sólo se resuelven con los representantes legítimos de la voluntad popular".

Defendió el diálogo en Euskadi y la necesidad de que haya pluralidad política en las negociaciones para definir el futuro del País Vasco, aunque advirtió de que el Gobierno "va a mantener la vigencia de la Ley de Partidos por la que se ilegalizó Batasuna".

El jefe del Ejecutivo expresó su máximo respeto y reconocimiento a la memoria, al honor y a la dignidad de las víctimas del terrorismo.