El trabajo oculto de André Derain

El artista francés André Derain (Chatou, 1880-Garches, 1954), impulsor del fauvismo junto a Henri Matisse y Maurice de Vlaminck, encontró en la escultura un terreno de exploración que comenzó a cultivar en 1906 y no abandonó hasta su muerte. Su fecunda carrera pictórica avanzó hacia el cubismo tras los pasos de Picasso y Braque para, posteriormente defender el regreso al clasicismo, e ilustraba libros y diseñaba decorados y vestuarios teatrales. Pero mientras tanto Derain seguía realizando esculturas que no salían de su taller. "La escultura fue como el jardín secreto de Derain", dice la comisaria de la exposición Derain escultor, que presenta el Aula de Cultura de la BBK (Elcano, 20. Bilbao). "Pensaba que ningún arte es superior a otro y trabajó en distintos campos, incluidos los decorados y la cerámica".

Derain escultor contiene 150 obras del artista francés, procedentes de los fondos en manos de los herederos del artista y de galerías francesas. La colección de más de 80 esculturas -la mayor parte de ellas máscaras de pequeñas dimensiones fundidas en bronce, con influencias del arte primitivo y antiguo- se completa con dibujos, una serie de fotografías y siete pinturas. Entre las esculturas seleccionadas hay dos piezas trabajadas en piedra, de las tres que el artista realizó en toda su vida.

El desarrollo de la obra escultórica de Derain estuvo marcado por el tipo de material empleado. En 1906 y 1907 trabajó en bajorrelieves. Posteriormente, la madera y la piedra le condujeron al volumen, y a partir del fin de la I Guerra Mundial comenzó a utilizar el metal de los casquillos de los obuses de la contienda para crear máscaras y jarrones. El modelado de la arcilla llegó a sus manos por casualidad en 1938. Su viuda recordaba que, tras una tormenta, el artista descubrió arcilla bajo un árbol derribado por un rayo en su jardín. Empezó entonces a modelar el barro para realizar máscaras y no dejó de hacerlo hasta sufrir en 1954 una apoplejía, y posteriormente un atropello que acabó costándole la vida, en una actividad entre lúdica y de búsqueda de nuevas expresiones del rostro humano. Hasta 1959 las piezas de arcilla no fueron fundidas en bronce por deseo de la viuda del artista.

Las fotografías de la exposición fueron realizadas por Derain para sí mismo. Fotografió a sus modelos, bodegones y los paisajes que le rodeaban, con resultados que guardan relación con su pintura, pero pasaron desapercibidas en vida del autor. Las imágenes fotográficas de Derain no fueron estudiadas en profundidad hasta 1995. La exposición Derain escultor estará abierta al público hasta el 16 de septiembre.