La obra en el barranco del Poyo evitará avenidas en pueblos de L'Horta

El director general del Agua del Ministerio de Medio Ambiente, Jaime Palop, y el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Juan José Moragues, inauguraron ayer la primera fase del plan integral contra avenidas en la cuenca del Poyo, un conjunto de actuaciones que permitirán minimizar y prevenir los efectos de inundaciones de varios barrancos y que protegerán a 32 municipios.

La actuación afecta a 7,2 kilómetros de encauzamiento y se inició en 2002

La obra de encauzamiento del último tramo del barranco del Poyo ha supuesto una inversión de 32 millones de euros procedentes de los fondos de cohesión de la Unión Europea y del ministerio. La obra afecta a 7,2 kilómetros de encauzamiento, desde el punto situado a 3.900 metros de la desembocadura de L'Albufera hasta el puente del ferrocarril de Paiporta. Así, la restituida cuenca del Poyo pasará de poder absorber un caudal de 400 metros cúbicos por segundo a 800, lo que evitará inundaciones y beneficiará a los núcleos urbanos de Catarroja, Massanassa y Paiporta y, de forma indirecta, a una población aproximada de un millón y medio de habitantes.

Esta primera fase del plan inaugurada ayer se incluye dentro del proyecto de restitución y adaptación de los cauces de los barrancos valencianos del Poyo, Torrent, Chiva y Pozalet, y persigue la protección de 32 municipios de L'Horta castigados periódicamente por los efectos de las lluvias torrenciales.

El presidente de la CHJ, Juan José Moragues, indicó que esta actuación "es el principio de una gran obra", ya que el plan integral, que costará unos 146 millones de euros, prevé obras de drenaje, adecuación ambiental y nuevas zonas verdes para absorber avenidas en un área desde Buñol y Chiva hasta L'Albufera. Moragues destacó sobre la obra en el tramo final del barranco del Poyo que "la integración de este cauce en el parque natural de L'Albufera ha sido emblemática". En ese sentido, recordó que aunque la actuación tenía un presupuesto inicial de 19,40 millones de euros, se amplió a 32 millones de euros, ya que "gran parte de esta inversión ha sido para evitar el soterramiento" del cauce. La modificación que elevó el presupuesto se debió a un cambio de tipología en la construcción por el estrechamiento derivado de la existencia de dos pasos elevados sobre la línea de ferrocarril La Encina-Valencia, situados a ambos lados del barranco.

La actuación en el barranco del Poyo, que se inició el 2 de noviembre de 2002 y finalizó el pasado 26 de abril de 2006, ha sido "muy sensible" desde el punto de vista medio ambiental, según indicó uno de los responsables de la obra, José López Garaulet. La reestructuración del barranco del Poyo ha contemplado actuaciones de encauzamiento, revestimiento del lecho del río y restauración ambiental. En esa línea, las exigencias de protección medioambiental del parque natural de L'Albufera, afectado parcialmente por la obra, junto con el desarrollo urbanístico de la zona, han supuesto "un reto en el diseño, que ha obligado a aportar numerosas soluciones medioambientales", explicó López Garaulet.

Así, en la restauración medioambiental del cauce ha predominado la instalación de una escollera recebada con tierra vegetal e hidrosiembras, con un uso mínimo de hormigón en muros prefabricados. Además, se han plantado árboles, vegetación autóctona y especies palustres, y se han restituido las vías pecuarias y Augusta. También se ha realizado una reposición de los caminos de servicio con la adaptación de las infraestructuras existentes, y se han recreado filtros verdes y de gravas para la mejora de la calidad de las aguas y favorecer la mejora del hábitat piscícola.