Un fantasma enamorado

Dentro de la peculiar política de recuperación de ciertos títulos orientales, que la distribuidora Notro Films ha iniciado recientemente, le ha llegado ahora el turno a una modesta propuesta tailandesa, esta Nang Nak que narra, a veces con recursos desconcertantes, una historia vieja como el tiempo, la de una joven que, embarazada, ve partir a su marido hacia la guerra, y lo que le ocurre mientras éste está luchando por esos mundos de Dios. En lo que la joven se habrá convertido a la vuelta del hombre, conviene no traerlo mucho a colación.

Sólidamente anclada en ciertos giros propios del cine popular asiático (un gusto por la crudeza visual que en ocasiones cae directamente en lo gore), pero al mismo tiempo, como ocurría también con otra película tailandesa de estreno reciente, The oberture, recorrida por un raro hálito poético al que ciertamente no nos tienen acostumbrados ya los filmes fantásticos occidentales, Nang Nak no logra disimular su espartana pobreza de medios, ni una religiosidad no ya acendrada, sino directamente sofocante. No obstante, no resulta arriesgado vaticinar que la verán con gusto los amantes de exotismos sin etiquetas y, eventualmente, también los amantes del terror de nueva hornada, que materia hay para el disfrute de ambos sectores del público.