Saenz de Samaniego confirma que el Gobierno ayudará a la flota por la crisis de la anchoa

El Gobierno vasco siempre ha apoyado económicamente al sector pesquero para garantizar su supervivencia "y lo seguirá haciendo". El consejero vasco de Pesca, Gonzalo Saenz de Samaniego, confirmó ayer con estas palabras que el Ejecutivo autonómico, igual que el central, contribuirá a paliar económicamente la situación que atraviesa la flota vasca de bajura por la crisis de la anchoa, al borde de la extinción en el caladero del Golfo de Vizcaya. Pero lo hará con un esquema de ayudas negociado "de tú a tú", porque "el ordeno y mando no funciona", dijo en el Parlamento.

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) había anunciado el pasado lunes que cada pescador -la flota está integrada por 197 barcos y 3.000 tripulantes- podrá recibir hasta 85 euros al día por parada biológica en función de unos baremos de capturas: 45 de ellos correrían a su cargo y los 40 restantes serían abonados por las comunidades autónomas. Pero dio la noticia sin haber alcanzado un acuerdo con todos los gobiernos autonómicos. Según fuentes del sector, sólo había un compromiso con Cantabria y Asturias.

Así las cosas, el anuncio cayó como un jarro de agua fría en la consejería de Pesca que ya el martes emitió un comunicado de protesta. Y de nuevo ayer, Saenz de Samaniego, que compareció en la cámara a petición de la parlamentaria de EHAK, Ane Auzmendi, aprovechó para expresar su malestar. Es "indecente", "rechazable" e "increíble" este "planteamiento unilateral que realiza el ministerio llegando a la osadía de definir cuál debe ser" la implicación de la administración vasca.

Costera "desastrosa"

El consejero abogó por que el MAPA establezca una "compensación justa y equitativa" que pueda paliar las consecuencias de una "desastrosa" costera de la anchoa de la que es "responsable directo por una deficiente gestión" y por permitir a la Unión Europea la reapertura del caladero tras ocho meses de moratoria.

La campaña de 2006 ha resultado ser la segunda peor de la historia, tras la de 2005. La flota del Cantábrico no ha llegado a capturar ni 800 toneladas con lo que eso supone también para el sector transformador. Las conserveras, que a diferencia de los pescadores no recibieron el año pasado ninguna ayuda, también atraviesan una situación crítica. Saenz de Samaniego pidió al MAPA que "no se olvide" de este y otros sectores afectados, durante una comparecencia en la que recibió las críticas de Auzmendi por "no hacer nada para mantener la flota".

Bruselas podría decretar en breve el cierre de la pesquería, si los científicos constatan que la biomasa de la anchoa está por debajo de las 28.000 toneladas, cifra considerada crítica para la supervivencia de la especie.