Doménech no cree a Luis
El técnico francés decidirá su equipo y su juego en función de España, pero resta crédito a la alineación anunciada por su homólogo
A los franceses no les preocupan los franceses. Les preocupa Luis Aragonés. Y la pelota, mejor dicho lo que puedan hacer los jugadores españoles con la pelota. Raymond Doménech, su seleccionador, avisó de que anunciará su once titular sólo 45 minutos antes del partido. Hasta la fecha, nunca había apurado tanto. "Quiero esperar para ver lo que va a pasar. Reflexionaremos en función del adversario. Mediremos sus puntos fuertes y débiles", dijo antes de revelar que no cree que el equipo que ha anunciado Luis "sea cierto". "No me lo creo en absoluto", afirmó con su habitual colección de muecas histriónicas. Por el momento, sus jugadores ya han visto varias películas con España como protagonista.
Doménech, parece, tiene intención de dejar el peso del juego al conjunto de Luis. "Tener la posesión del balón no es lo más importante y no es el único modo de ganar", comentó dando la impresión de que, en el fondo, piensa que eso de manosear el cuero no es una buena idea.
"Tendremos que trabajar la reducción de espacios en el centro del campo y mejorar en las coberturas entre los centrales y los laterales. En los partidos anteriores hemos tenido muchos despistes". Eso lo dijo Sagnol. Tampoco habló en ningún momento de lo que piensan hacer ellos con la pelota. Sólo de lo que esperan evitar que haga España. "Torres es rápido; Villa, potente, y Raúl, oportunista", prosiguió el lateral en su descripción del rival.
Doménech, que convertía la boca en un rictus ligeramente curvo en los momentos de silencio mientras miraba a las cámaras, insistió en que todos sus planes pivotarán sobre los de los españoles: "Necesito saber cómo van a jugar ellos para saber lo que les digo a mis jugadores, cómo decírselo y a cuáles de ellos debo decírselo". Pero el problema es que Luis también puede dar su equipo oficial, ya que Doménech no da crédito al anunciado, en el último momento. "Siempre puede darlo 20 segundos antes que nosotros, ¿no?", resolvió el dilema con una broma.
Argumenta Doménech su nueva estrategia en "lo bueno que es cambiar de costumbres; así se evita la rutina". Sin embargo, los hábitos del equipo francés, su alejamiento de la civilización, su confinamiento en el bosque, sus sesiones preparatorias bajo candado, no varían. Y los futbolistas, si no estuvieran tan entretenidos en las intrigas palaciegas para influir en la alineación, se aburrirían mortalmente. Según Doménech, estos días el único que ha conseguido influir en la configuración del equipo es Luis.
Doménech no siente "nada particular" por jugar contra España, a pesar de sus orígenes hispanos, y rechaza, por absurdas, las coincidencias y las estadísticas: hoy se cumplen 22 años desde la final de la Eurocopa que España perdió contra Francia y la selección española nunca ha ganado a la francesa en una competición oficial. "Las fechas sólo me interesan para las fiestas familiares y la astrología", corta. El caso, es que es hijo de un exiliado republicano español y aún conserva familia en Rubí (Barcelona): "Tengo un primo, pero, aunque no quiero entrar en política, es más catalán que español".
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