El camino hacia la gratuidad

La gratuidad de los libros de texto, un compromiso del Gobierno andaluz recogido en el plan de ayuda a la familia, se ha instaurado el recién finalizado curso 2005-2006, llegando a unos 160.000 alumnos del primer ciclo de Primaria, es decir, primer y segundo curso. Para el curso académico 2006-2007 el programa se ampliará a toda la enseñanza Primaria, y serán 556.000 alumnos andaluces de entre 6 y 12 años los que se beneficien de este sistema. Finalmente, a partir de 2008 está previsto que la gratuidad se extienda a toda la enseñanza obligatoria (Primaria y Secundaria).

La Consejería de Educación, que va a destinar este año 63,3 millones de euros a este programa, se ha guiado por los precios del mercado para establecer los importes máximos que se abonarán por los libros. Así, para el curso 2006-2007, el cheque libro para el primer ciclo de Primaria se ha fijado en 96 euros por alumno, mientras que para el resto de la etapa será de 124 euros.

Andalucía se une así a otras comunidades que también aplican la gratuidad de los libros de texto, como Aragón, Galicia, Cantabria, La Rioja o Castilla-la Mancha, que fue la primera en ponerlo en práctica. El futuro Estatuto de Autonomía de Andalucía contempla gratuidad de los libros de texto como un derecho de los andaluces. "Se garantiza la gratuidad de los libros de texto en la enseñanza obligatoria en los centros sostenidos con fondos públicos. La ley podrá hacer extensivo este derecho a otros niveles educativos", se indica en el artículo 21.5 de la proposición de reforma estatutaria.

Ocurre, sin embargo, que el programa de cheques libro no ha satisfecho a todo el mundo por igual. En el caso de los libreros el descontento es generalizado, no sólo por la competencia exterior de las grandes superficies (algo que vienen soportando desde hace años) sino por la decisión de convertir los libros en propiedad de los colegios y utilizar el sistema de préstamo durante cuatro años.