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El conflicto de Irak

EE UU proyecta una retirada gradual de Irak a partir de otoño

La prensa revela planes condicionados a que Bagdad asuma el control de la seguridad

El general George Casey, responsable del despliegue militar de Estados Unidos en Irak, cree que es posible empezar a reducir el actual número de 127.000 soldados a partir de septiembre y rebajar gradualmente la cifra hasta 2009, según filtraciones periodísticas aparecidas desde el jueves pasado hasta ayer. Las actuales 14 brigadas podrían ser 12 en otoño y 5 o 6 a finales de 2007, de acuerdo con estas informaciones.

Pero todo depende de que el Gobierno de Bagdad y las fuerzas de seguridad iraquíes asuman progresivamente el control de la seguridad y del territorio del país.

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A mitad de la semana pasada, la cadena de televisión CNN y otros medios avanzaron la síntesis de los planes de Casey, que se basan en no sustituir brigadas de combate que concluyen su estancia en Irak, más que en retirar soldados. Ayer, The New York Times dio más detalles de la propuesta: las tropas que no serían sustituidas en septiembre, cuando se cumpla su misión, son la Primera Brigada de la Décima División de Montaña y la Tercera Brigada de la División Aerotransportada 101. Entre las dos suman unos 7.000 soldados.

Como ocurre cuando se habla de repliegue, cualquier movimiento está condicionado a la situación; el plan de Casey es más bien un pronóstico que se afianzará si se mantienen las actuales tendencias. En esta ocasión, los expertos coinciden en que, a pesar de las enormes dificultades que existen, tiene más probabilidades, por varias razones:

- El Gobierno de unidad iraquí va a asumir progresivamente las tareas relacionadas con la seguridad y a abordar los choques entre milicias.

- La decisión del primer ministro, Nuri al Maliki, de articular un plan de reconciliación con amnistía incluida, puede desactivar la insurgencia suní.

- La muerte del líder de Al Qaeda, Al Zarqaui, y las operaciones realizadas con la información obtenida han debilitado al grupo de Osama Bin Laden.

- Finalmente, los republicanos podrían rentabilizar enormemente un comienzo de repliegue en las elecciones legislativas de noviembre, y la Casa Blanca forzará al máximo cualquier posibilidad en ese sentido.

Casey se reunió esta semana con el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, y con el presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor, general Peter Pace. El viernes, Casey y Rumsfeld vieron al presidente Bush. The New York Times señala que las reuniones se han llevado a cabo con el mayor sigilo. Rumsfeld negó el jueves que hubiera planes para fijar un calendario de retirada y que Casey anunciará sus decisiones después de volver a hablar con el Gobierno de Bagdad. El general dejó clara su postura sobre el calendario: "No me gusta, creo que limitaría mi flexibilidad".

Según el diario, Casey cree que hay cuatro problemas en Irak: Al Qaeda, bandas de criminales, apoyo iraní a radicales chiitas y violencia entre grupos étnicos. El general contemplaría, en esta perspectiva, un papel para EE UU repartido en tres fases:

- Periodo de estabilización, desde ahora hasta el próximo verano.

- Periodo de recuperación plena de los poderes del Gobierno iraquí, desde el verano de 2007 hasta el de 2008.

- Periodo de afianzamiento, desde el verano de 2008 hasta el de 2009.

Si la seguridad mejora, si sale adelante el plan de reconciliación y se desactiva la insurgencia suní y si los soldados empiezan a volver en septiembre, el impacto político sería notable.

El jueves, el Senado rechazó dos propuestas para fijar fechas de retirada o aprobar el principio del repliegue. ¿Por qué? Porque la audaz apuesta de Bush y de Karl Rove, su asesor político, es utilizar Irak en beneficio propio -a pesar de todos los errores- y poner a los demócratas a la defensiva tachando cualquier movimiento que no sea el propio de abandonista y derrotista. Los demócratas, que necesitan plantearlo en términos opuestos,tratan de coordinar el mensaje, pero no siempre lo consiguen.

Un matrimonio iraquí llora la muerte de su hijo en un atentado ayer en Baquba.
Un matrimonio iraquí llora la muerte de su hijo en un atentado ayer en Baquba.REUTERS

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