"Yo lo he hecho. He ayudado varias veces a extorsionados"

"Si empezamos a escarbar a ese nivel, no sé si se dan cuenta de la cantidad de gente que puede acabar implicada, por haber actuado para hacer un favor en el terreno humanitario a alguien", advirtió ayer, en declaraciones a este periódico, el ex miembro de la ejecutiva del PNV José Antonio Urbiola.

El político nacionalista se muestra "escandalizado de la manera en que están sacando esto". "Yo mismo podría contar de mucha gente que ha acudido a mí con una tremenda preocupación, a la que no sabes muy bien cómo ayudar; pero has mirado, y algunas veces has conseguido tocar una tecla que ha resultado", afirma. "Yo lo he hecho, y varias veces. Otras no he dado en el clavo", reconoce, sin asomo de temor, ante lo que constituye una declaración pública de autoinculpación. Urbiola niega que ese tipo de intervenciones suponga implicación ni intención en la financiación de ETA. "Sólo se trata de echar una mano a alguien", argumenta.

En varias ocasiones, asegura, y como fruto de su intervención, a algunas personas "se les levantó la extorsión y han venido a darme las gracias". Otros, prosigue, "han tenido que hacer lo que han tenido que hacer".

Ni de unos ni de otros piensa dar nombres, como retó a hacer el portavoz del PP al PNV en el último pleno del Parlamento vasco, salvo si contara con su permiso, y Urbiola resalta que "esa delicadeza" se convierte en una "imposibilidad de defensa".

A su juicio, su experiencia es la de otros muchos políticos, sobre todo "de los que estuvimos en el exilio", a los que los extorsionados han acudido históricamente en busca de orientación o mediación. "A Gorka Aguirre le habrá pasado infinidad de veces, como a mí", defiende a su compañero de filas. "¿Qué deberíamos haber hecho: negarnos y dejar que quien venía en esa situación de angustia se buscara la vida?".

Urbiola aboga por dejar "estas cosas como están", porque, afirma, "en este tipo de asuntos se hace lo que se puede, y muchas veces, más de lo que se quiere".

Urbiola (Aoiz, Navarra, 1937) dirigió el PNV en Navarra y perteneció al Euskadi Buru Batzar (la comisión ejecutiva) hasta mayo de 2004, cuando perdió, como cabeza visible del sector que lideraba Joseba Egibar. El dirigente nacionalista en 1961 era ya miembro de la dirección navarra del PNV en la clandestinidad, y en 1964 formó parte del EBB. Detenido en 1973 por defender a un implicado en el secuestro de Felipe Huarte, se exilió en el País Vasco francés y luego en Venezuela hasta el 1976. Cuando regresó a España se integró en Herri Batasuna y fue vicepresidente primero del Parlamento navarro hasta 1981.

Urbiola abandonó en el 83 la formación abertzale por discrepancias con su línea y con ETA y volvió a Caracas hasta que en 1988 regresó al País Vasco y al PNV, que le eligió presidente de su ejecutiva navarra en 1992, y en sucesivas renovaciones hasta mayo de 2004.