Culebrón latino por Univisión
Revés bursátil en la puja por el control de la mayor cadena de televisión hispana de EE UU
La puja por Univisión, el mayor grupo mediático en español de EE UU, se está convirtiendo en un culebrón latino. Sus pretendientes han incumplido el plazo para presentar ofertas y el grupo mexicano Televisa ha tenido que cambiar de estratégia en el último minuto para mantenerse en el juego tras el abandono de tres de sus socios. Ante tanta confusión, el grupo hispano perdió en dos días un 7,5% de capitalización bursátil. El desenlace sigue siendo incierto.
Univisión, que controla las cadenas TeleFutura y Galavisión, además de la mayor red de radio hispana, ocupa el quinto lugar de la parrilla de EE UU
El conglomerado se declaró en venta en febrero, con la idea de recaudar más de 13.000 millones de dólares por su negocio televisivo. El potencial del mercado hispano en EE UU hizo pensar en Wall Street que la operación sería redonda. Entonces, sus títulos se pagaban a poco más de 30 dólares. El grupo controla las cadenas TeleFutura y Galavisión, además de la mayor red de radio de habla hispana, y está considerada como la segunda cadena con más televidentes de entre los 18 y 34 años de edad, en la franja horaria de máxima audiencia, que lidera la Fox. En el conjunto de la parrilla, ocupa el quinto lugar.
La puja tendría que haber arrancado el pasado martes entre supuestamente dos pretendientes. El grupo mexicano Televisa se presentaba como el mejor posicionado, entre otros motivos porque controla ya el 11% del capital de la cadena hispana. La semana pasada, la compañía presidida por Emilio Azcárraga anunciaba que había alcanzado un acuerdo con el grupo venezolano Venevisión y cinco firmas de capital privado de EE UU para hacer una oferta sobre Univisión. No era un secreto para nadie que Arcárraga deseaba controlar la cadena hispana.
Fútbol para los hispanos
Los socios domésticos eran claves para poder sortear las limitaciones de propiedad recogidas en la legislación. La puja se tornó oscura para Televisa cuando esta semana perdía el apoyo de los fondos Carlyle, Blackstone y Kohlberg, Kravis & Roberts, por diferencias sobre el precio a ofrecer. Este desenlace provocó que los títulos de la cadena hispana cayeran en picado en dos jornadas y que su valor bursátil se desmoronara hasta los 10.000 millones de dólares, lejos de los 11.500 que valía la compañía hace dos semanas, cuando su título se pagaba a 36,6 dólares.
La confusión que se cernió sobre Televisa dejaba al magnate estadounidense Haim Saban y a sus socios como la única opción viable, mientras, desde Univisión se presionaba al grupo mexicano (socio y rival) a que presentara una oferta cuanto antes. Su presidente, Jerrold Perenchio, esperaba conseguir un precio de entre 38 y 40 dólares por título. El viernes las acciones cerraron a 32,95 dólares. La oferta de 35,5 dólares por acción presentada por Saban y sus socios (Texas Pacific, Thomas Lee, Madison Dearborn y Providence Equito) es también sustancialmente más baja del precio objetivo que tenía en mente Perenchio y caducaba el viernes.
Desde Televisa se dice que la salida de Carlyle, Blackstone y KKR le da más flexibilidad para hacer una oferta ganadora sobre Univisión. Televisa cuenta además con el apoyo aún de Bain Capital y Cascade Investemts, el fondo controlado por Bill Gates, que según fuentes de la negociación estarían dispuestos a incrementar la participación para no quedarse descolgados de la puja. El viernes, el consorcio encabezado por el grupo mexicano hacía una oferta en firme, en principio superior a la de Saban, aunque no se detalló (medios cercanos a los negociadores estiman en unos 12.000 millones la cuantía de la oferta). Los títulos de Univisión se apreciaron de inmediato un 1,8%.
Univisión, que ya rechazó la oferta de 35,5 dólares de Saban, debe decidir si opta por presionar al único pretendiente en firme o si concluye la operación rápido, para que no se le devalúe más la empresa. Si fracasara la puja, supondría un rotundo revés para la reputación de astuto negociador de Perenchio.
Perenchio, de 75 años, era el protegido en Hollywood del legendario Lew Wasserman. Está considerado como el artífice de haber convertido Univisión en una de las peores pesadillas en esta industria del conglomerado General Electric, que controla la cadena hispana Telemando. Univisión, que ofrece los partidos del mundial de fútbol a los hispanos, es además rentable. Pero desde hace un par de años está inmersa en un proceso de reestructuración para adaptarse a un futuro incierto. También está en duda el verdadero interés por este mercado televisivo hispano, por el que Walt Disney y Time Warner no han mostrado mucho interés, quizá por el precio que pone Perenchio a su negocio.
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